La Fiscalía va a solicitar penas que suman cinco años y cuatro meses de cárcel para un tractorista acusado de pegar a un camionero al que esperó a la salida de un bar minutos después que ambos mantuviesen una discusión a raíz de que le pidiera su barra estabilizadora de palés. Presuntamente le rompió dos dientes de un puñetazo.
Horas después, N.D. fue detenido por la Policía Local cuando se dirigía, ebrio y al volante de su tractor, hacía un estacionamiento de camiones del municipio de Pulpí. Antes del arresto, se negó a que se le practicase la prueba de alcoholemia y mostró una actitud "muy agresiva, haciendo amago de llevar la mano hacia su cintura, donde portaba un arma blanca, aunque finalmente pudo ser engrilletado".
N.D. se enfrenta en la vista oral señalada para el miércoles en la Audiencia Provincial a un delito de lesiones, dos delitos contra la seguridad vial y un delito de resistencia a la autoridad por los que el fiscal interesa cuatro años de cárcel, ocho meses de multa a razón de 12 euros al día, y otros 16 meses de prisión. Además, pide que se le retire el permiso de conducir por el plazo de un año y nueve meses.
El escrito de calificación provisional, consultado por Europa Press, recoge que acusado y víctima se encontraban en una céntrica avenida del municipio de Pulpí (Almería) cuando el primero se dirigió al segundo para pedirle una barra estabilizadora de palés, lo que derivó en una discusión.
En la riña, N.D., de nacionalidad rumana, propinó supuestamente una bofetada al camionero mientras le gritaba: "Búlgaro de mierda, hijo de puta", por lo que este optó por buscar refugió en un establecimiento próximo. Cuando salió, el acusado le estaba "esperando en un estado violento" y le "golpeó con el puño cerrado en la boca hasta provocarle la perdido de dos incisivos dentales".
El Ministerio Público recoge que dos horas después, a las 22,00 horas, N.D. cogió el tractor con el que trabajaba tras haber estado ingiriendo alcohol en un bar y, con sus capacidades mermadas supuestamente, lo condujo por el núcleo urbano de Pulpí en dirección a un estacionamiento de camiones próximo.
No llego porque su vehículo fue interceptado por la Policía Local al observar los agentes que presentaba "ojos brillantes, habla pastosa, halitosis muy fuerte de cerca y deambulación vacilante". Aunque intentaron que N.D. se sometiese a una prueba de alcoholemia, al parecer él se negó en "reiteradas ocasiones" y mostró una actitud "muy agresiva" al ser detenido "llegando a hacer amago de echar mano a su cintura, donde portaba un arma blanca".