Y es que aunque todavía no ha finalizado la primera vuelta de la competición, zaragozanos y jerezanos se medirán en un partido casi con vitola de final para los ambos. Para los locales porque, de ganar, podrían incluso, dependiendo de los resultados de sus rivales, acostarse con la efímera tranquilidad de verse fuera de los puestos de descenso y para los visitantes porque verían recortar sus distancias en el farolillo rojo y alumbrar algo de ilusión de cara al futuro de la temporada.
Después de dos meses y medio sin ganar, el último triunfo fue ante el Almería (2-1) el pasado 1 de noviembre, los zaragocistas son conscientes de que ante los jerezanos afrontan un partido que debería servir de punto de inflexión a una pésima temporada en su retorno a la máxima categoría en la que el único objetivo es el de lograr la permanencia.
A pesar de la tremenda importancia de este partido, el equipo aragonés se encuentra sumido en una dinámica en la que cuesta centrar la vista en las ineludibles citas deportivas más cercanas, ya que únicamente se habla y especula sobre las entradas y salidas de jugadores para intentar reconstruir una plantilla mal confeccionada al comienzo de la temporada.
El técnico José Aurelio Gay desearía poder sumar por fin ante el Xerez su primer triunfo en Primera División desde que se sentó en el banquillo zaragocista hace tres jornadas, saldadas con dos derrotas y un empate.
movida mañana
La semana del equipo aragonés ha vuelto a ser movida con la llegada del delantero chileno Humberto Suazo y el defensa checo Jiri Jarosik que, por lo mostrado en la última sesión de entrenamiento, apuntan a que Gay les va a hacer un hueco en el once titular.
Otro que casi con total seguridad debutará ante la afición zaragocista, aunque ya jugó la pasada jornada contra el Espanyol, es el portugués Eliseu Pereira, por lo que se prevé una auténtica revolución en la alineación con la intención de reencontrarse con la victoria.
El Xerez, con la presencia de Antonio Poyatos provisionalmente en el banquillo hasta que llegue el sustituto de José Ángel Ziganda, inicia ante el Zaragoza una etapa decisiva en su intento de mantener la categoría.
Este choque de La Romareda y los dos próximos partidos, ante Osasuna y Mallorca en casa, deben ser claves para saber si el Xerez aún tiene opciones reales de luchar por la permanencia o está virtualmente en Segunda a falta de medio campeonato por disputar.
movida xerecista
Y si la semana ha sido movida en el Zaragoza no lo ha sido menos en el Xerez, con el tema de la compraventa de nuevo encima de la mesa, con la destitución de Ziganda, con la entrada de Poyatos, con la salida de Gorosito como posible nuevo entrenador, aunque los administradores judiciales aún no han dado el visto bueno, con la denuncia de Maldonado ante FIFA por impagos e incumplimiento de contratos, con un Souza que va a aterrizar en Jerez como nuevo dueño y presidente y con un Registro Mercantil que no tiene apuntes desde el 2006 y que ni siquiera tiene inscritas las cuentas de la temporada 2005/06 ni lógicamente la de años sucesivos. El Xerez es un auténtico drama por dentro y en el lo deportivo, además,m concurre a este choque decisivo con numerosas bajas en la defensa por lesión o por sanción, que han dejado a la zaga en cuadro.
Son bajas en la defensa Francis y David Prieto por lesión y Aythami y Casado por sanción. Ello hace que Poyatos tenga que introducir cambios en el once respecto al que salió el domingo pasado ante el Valencia.
Redondo sustituirá a Francis en el lateral derecho, mientras que Mendoza, que vuelve a la convocatoria tras varias semanas ausente, ocupará el lugar de Casado en el lateral izquierdo y el centrocampista Vicente Moreno retrasará su posición y jugará como central junto al argentino Leandro.
El lugar de Moreno en el centro del campo será para Víctor Sánchez, jugador cedido por el Barcelona y que acompañará a Álex Bergantiños.
No variarán las medias puntas, con Momo por la izquierda, Abel por el centro y Carlos Calvo por la derecha, mientras que en la punta de ataque vuelve Mario Bermejo por Míchel, que sigue con su cartel de transferible a pesar del buen partido realizado el domingo anterior ante el Valencia. Son las incongruencias de un Xerez argentinizado y que quiere bailar hoy un tango.
