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El tuning se vuelve elegante

La moda del tuning pasa del barroquismo del boom de la construcción a trabajos menos estridentes y más finos

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  • En la actualidad, la elegancia define los trabajos que se hacen en los coches. -
Hubo un tiempo no muy lejano en el que las carreteras onubenses se llenaron de coches que se asemejaban más a naves espaciales que a coches; en el que, mayoritariamente los jóvenes, invertían sus altos sueldos del boom de la construcción en personalizar sus vehículos con todo tipo de atrezzos y accesorios que lo alejaban del diseño de serie. Con la explosión de la burbuja económica, la moda del tuning se ha reconvertido, pasando del barroquismo que abarrotaba las vías hasta hace apenas cinco años a unos diseños más elegantes y menos llamativos.
“Hemos pasado de lo burraco a lo fino, a lo elegante”. Son palabras de Fernando Calero, propietario de Talleres Calero de Huelva, perteneciente a la Federación Española de Tuning. Según Calero, la demanda “ha bajado bastante”, y lo ha hecho por dos razones fundamentales: “No hay el nivel económico que había hace cinco años, y los problemas con las homologaciones y para pasar la ITV”. Así, se ha pasado de reconvertir prácticamente el coche en su totalidad a realizar trabajos consistentes en agachar el vehículo, modificar sus llantas, variar su suspensión, o agachar el coche. “Si hace cinco años, transformaba en su totalidad unos 20 coches al año, ahora no llega ni a los diez”, afirma Calero.
Por su parte, Lino Santana, de Auto Cela Muxa Data, taller ubicado en la localidad de Aljaraque, y también miembro de la Federación Española de Tuning, asegura que el tuning “ya se ha pasado de moda”. Para Santana, la principal razón del decaer de esta preferencia “son los problemas con la Guardia Civil, que te ven con un coche tuning y se creen que eres traficante de drogas”. Un motivo que, bajo la explicación de este mecánico, no se aleja del todo de la realidad, ya que según lo que él conoce “mucho chavalito joven blanqueaba dinero de lo que tú ya sabes tuneando su coche”. Asimismo, Santana explica que “muchos chavales ganaron mucho dinero con la construcción e invirtieron mucho en sus coches, y ahora se ven sin trabajo, sin un duro, y lo han tenido que vender”.
Óscar Díaz regenta el Taller Díaz y Soriano, en la localidad de Aljaraque. Él apunta otro factor como determinante de que el tuning haya pasado de moda: “Hay gente a la que no le gusta pagar”. Y es que, según la experiencia de este mecánico, “hay muchos trapicheos que se buscan hacer con los seguros, y que no siempre salen bien, y eso acaba dando muchos problemas a la hora de cobrar los trabajos”.
Así, las carreteras onubenses ya no están tan pobladas de esos 206, Corsas o Astras totalmente transformados gracias a una moda que se hizo grande cuando demasiados jóvenes manejaban más dinero del que su inteligencia les permitía. Ahora, el tuning se ha vuelto elegante, alejándose del barroquismo de antaño y buscando que coches, ya de por sí elegantes, como Mercedes, Audi o BMW, ganen en belleza y, de paso, los mecánicos esquiven problemas de cobro, y trabajen sobre seguro en una modalidad que, como tantos aspectos de esta sociedad en crisis, confirma ese cántico de que cualquier tiempo pasado nos parece mejor.

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