Rechazo a los recortes del gasto público
Miles de ciudadanos participaron en toda España en las manifestaciones que los sindicatos convocaron para celebrar el Día Internacional del Trabajo y en las que se rechazaron los recortes públicos en gasto social y se pidió que fluya el crédito bancario para evitar conflictos laborales.
CCOO y UGT convocaron conjuntamente 80 manifestaciones en España, de las que la central, como es habitual, fue en Madrid, donde participaron sus secretarios generales, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, quienes advirtieron al Gobierno de que su política de austeridad retrasará la salida de la crisis y la creación de empleo.
Si persiste esta estrategia, se puede provocar un “conflicto laboral de alcance”, advirtió Méndez, quien consideró que Europa tardará mucho más en salir de la crisis por obcecarse en sanear sus finanzas públicas en sólo tres años y retirar las medidas de estímulo.
Al respecto, Toxo afirmó que el recorte de 50.000 millones del gasto público español de aquí a 2013 “sólo va a provocar un mayor retraso en la salida de la crisis” y más paro.
El discurso de Méndez, mucho más crítico que el de Toxo, estuvo plagado de críticas al Ejecutivo, al que acusó de “carecer de perspectiva y de estar “atenazado por el pánico en los mercados financieros”.
Por ese miedo y con la excusa de buscar medidas para reducir el déficit, añadió Méndez, el Gobierno ha propuesto aumentar la edad de jubilación a los 67 años, una medida que le ha dejado en “absoluta soledad” en el Pacto de Toledo y que sólo defienden, según Toxo, las aseguradoras privadas, pero contra la que están todos los trabajadores.
En Madrid, bajo el lema “Por el empleo con derechos y la garantía de nuestras pensiones”, se manifestaron, según la empresa Lynce –que contabiliza a los participantes en aglomeraciones humanas mediante el estudio informático de imágenes fijas y en movimiento–, 5.766 personas.
Los organizadores cifraron en 60.000 los asistentes a la movilización madrileña, mientras que la Policía Nacional calculó 16.000.
A la cabeza se situaron los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez; a quienes acompañaron los responsables de CCOO-Madrid, Javier López; y de UGT, José Ricardo Martínez.
A su lado estaba una delegación de IU, con su coordinador general al frente, Cayo Lara; mientras que el PSOE estuvo representado por su responsable de Movimientos Sociales, Pedro Zerolo; y la Federación Española de Municipios y Provincias por su presidente, Pedro Castro.
Durante la marcha, que se desarrolló entre la plaza de Cibeles y la Puerta del Sol, no se gritaron consignas generales, pero sí estuvo amenizada por los tambores de las juventudes de ambos sindicatos y por algún gaitero.
Los únicos que se hicieron oír, tanto al inicio como en los discursos finales de los máximos dirigentes sindicales, fueron los de un grupo reducido de jóvenes de Izquierda Anticapitalista que pidieron “huelga general ya”.
Las principales proclamas y reivindicaciones iban escritas en las diferentes pancartas, en las que se leía “Jubilación en la construcción a los 60 años”, “Empleo temporal para la familia real”, “Ilegal la ley negrera”, “Cada Papa o califa se pague su visita” o “Parados moveos juntos podemos. Sueldazos abajo, ayuda al parado”.
“A parados y pobres ayuda. No a los banqueros y curas” y “No al cierre de Viajes Marsans”, fueron otras de las pancartas, además de las Juventudes Socialistas de Madrid en la que pedían “Empleo joven de calidad, compromiso y corresponsabilidad”.
Como ya es habitual, un grupo de jóvenes anti-sistema hizo una representación teatral en la que los sindicatos y el Gobierno están al servicio de la banca, y ondearon banderas republicanas.
En los discursos finales, José Ricardo Martínez pidió “desmitificar a los empresarios”, en referencia al consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, del que dijo que va a cobrar una pensión de casi 86 millones de euros, lo que calificó de “indecencia insoportable”.
Javier López dijo, parafraseando a la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que lo que hay es un “aquelarre de especuladores resentidos que se están cargando las empresas y los puestos de trabajo”.
Durante las intervenciones de los máximos dirigentes de CCOO y de UGT, un joven se subió a una de las entradas acristaladas del metro en la Puerta del Sol para ondear una bandera grande republicana.
Tras Madrid, se situó en importancia Barcelona, en la que según Lynce participaron 1.683 personas –7.000 según la Guardia Urbana y 50.000 según los sindicatos–. Aquí se rechazó la reducción “brutal” del déficit público y se exigieron políticas para la creación de empleo estable y de calidad.
DECLARACIONES
Los secretarios generales de CCOO y UGT de Cataluña, Joan Carles Gallego y Josep Maria Álvarez, defendieron el Estatut que se aprobó en referéndum en Cataluña y señalaron que el Tribunal Constitucional “no está legitimado” para emitir una sentencia.
Álvarez dijo que el Primero de Mayo sirve también en Cataluña para luchar en defensa del Estatut y que el TC no puede decir qué es Cataluña “que es una nación” y recordó que “el pueblo de Cataluña ha hablado” en referencia al referéndum sobre el Estatut.
Para Álvarez el Constitucional está “caducado” y tendría que “inhibirse” en la sentencia y dejar la sentencia a un nuevo TC renovado.
Gallego señaló que el TC nunca debería haber admitido a trámite el recurso del Estatut y que hoy ha quedado “deslegitimado y descalificado para emitir una sentencia”.
Además, los secretarios generales de UGT y CCOO de Cataluña dieron su apoyo al juez Garzón y han afirmado que investigar los crímenes del franquismo “no es un crimen” sino un acto de dignidad con las víctimas y sus familiares.
Por su parte, en Valencia, se demandaron soluciones “ahora” a la crisis para acabar con un modelo consumista y se criticó al gobierno autonómico de Francisco Camps por esconderse y “no ser visible”.
Desde Bilbao, los sindicatos vascos, que han celebrado el Primero de Mayo por separado, han reclamado empleo estable y de calidad y han augurado un incremento de la conflictividad si la patronal opta por una política de “tierra quemada”.
Para el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, la actual situación de desempleo va a cambiar, ya que auguró en un acto en Llerena (Badajoz) que tanto los datos del paro como de la afiliación a la Seguridad Social en abril serán buenos. Además, recordó que el Gobierno ha apostado por las políticas sociales a pesar de la crisis y que los jóvenes y los parados de larga duración mayores de 45 años son los que más preocupan en España y en Europa.
En la manifestación de Burgos, a título personal participó el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, quien pronosticó que el paro bajará en el segundo trimestre y afirmó que el Ejecutivo ya está tomando medidas para generar empleo, como la apuesta por la rehabilitación o los créditos para pymes. efe
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