Hace apenas una semana, el pasado 12 de julio, se celebraba el día de la Justicia Gratuita, o lo que es lo mismo, el día del Turno de Oficio y con motivo de ello, se ha presentado el XVII Observatorio de la justicia Gratuita Abogacía Española-Aranzadi, editado por editorial La Ley, arrojándonos datos muy interesantes, significativos y otros tantos, muy demoledores y preocupantes.
En 2022 se han batido todos los récords en cuanto a la asistencia jurídica gratuita se refiere, superando los mas de dos millones de asuntos asistidos mediante esta modalidad, un 4,1% más que en 2021, siendo este el primer año en el que se superan los dos millones de procedimientos tramitados mediante los letrados adscritos a la modalidad del Turno de Oficio.
Han aumentado los procedimientos tramitados mediante la asistencia jurídica gratuita en un 160% desde 2005, mientras que su inversión, desde esa misma fecha, tan solo se ha visto aumentada en un 83%, lo que hace que la situación sea de difícil manutención, ya que la retribución percibida por los letrados adscritos al Turno de Oficio, por cada procedimiento, no llega a la cuantía de 150 euros.
Lo que hace pensar que, los profesionales que a día de hoy, siguen adscritos al Turno de Oficio, lo hagan más por vocación y sentido de la justicia que por rentabilidad y reconocimiento, porque además de mal pagado, muchos consideran el Turno de Oficio, barricadas de abogados de segunda y de tercera, cuando realmente, es la categoría de los abogados de “Champions League”, porque es ahí donde se encuentran los que aman y dignifican a esta profesión.
Y si, claro que podemos defender que la asistencia jurídica gratuita es un servicio social el cual los abogados tenemos el “deber” de prestar, para así cumplir con el, reconocido por todos, artículo 24 de la Constitución Española, pero lo que nos olvidamos, o mas bien, se olvidan a los que compete, es que los servicios con un fin social también son cobrables por quienes los ejercen.
Debiendo recordar a las distintas administraciones que, la gratuidad del servicio es para aquellos que lo solicitan y no para aquellos que lo ofrecen, ya que parece que el termino gratuito resulta, para algunos, sinónimo de mendicidad o indignidad, porque es precisamente eso, indigno que la asistencia jurídica gratuita sea retribuida de una manera tan ridícula.
Esto, como todo abuso o maltrato que tiene su repercusión en la sociedad, también lo tiene entre los profesionales que ejercen el Derecho, viéndose cada vez mas mermadas las listas de abogados que conforman el Turno de Oficio, ascendiendo -o descendiendo- la cifra de letrados a 42.450 en todo el territorio nacional, no representando ello ni un tercio de los profesionales adscritos a los Colegios de Abogados habientes en España, por lo que podríamos estar ante un nuevo problema al que tendría que hacer frente el Ministerio de Justicia, ¡como si ya no tuviera/éramos bastantes!.
Más aún cuando, el servicio ofrecido por los letrados adscritos al Turno de Oficio, goza de gran excelencia y profesionalidad, siendo esto avalado por el 84% de la población que tiene acceso al mismo y que ha mostrado su reconocimiento y agradecimiento.
En fin, es hora de enarbolar muchas banderas para hacer de la Justicia, una Justicia mejor, yo, desde esta tribuna, hoy enarbolo la bandera de los “últimos románticos de esta noble profesión”.