En los primeros seis meses de 2010, se han incrementado un 21 por ciento el número de contratos rubricados en la ciudad. Eso sí, a costa de una mayor precariedad: un 87 por ciento de ellos es por un mes o menos. Esta subida es desigual entre hombres y mujeres: los primeros subieron un 22,5 por ciento y las segundas un 19,5 por ciento, lo que incrementa en tres puntos un diferencial que roza los trece. “La reducción de las diferencias se está invirtiendo”, afirmó ayer el ponente del estudio, José García Roa.
Los datos de desempleo confirman esa precariedad del mercado laboral jienense. Y es que, a pesar del incremento de la contratación, el paro crece, aunque la mitad en relación a la media andaluza (un 7 por ciento frente al 12 de la comunidad). En total hay 11.092 demandantes de empleo, siendo las mujeres las más perjudicadas -el diferencial con los hombres es el mayor de toda Andalucía-. Las razones de este incremento, según García Roa, son la “incertidumbre del mercado” y la incorporación de jienenses sin experiencia que sufren las dificultades para su incorporación.
Con este panorama, el futuro no es halagüeño, puesto que se combinará con los recortes en gasto público, en salarios a funcionarios públicos y en las pensiones. “Incidirá de forma negativa en la economía de la ciudad”, afirmó Roa. Esta opinión es la misma que los agentes socioeconómicos jienenses del CES, que en el índice de confianza creen que la economía a corto plazo permanecerá igual, teniendo poca confianza en la construcción y más en la agricultura. Creen que no es buen momento para invertir y tienen pocas expectativas sobre la creación de empleo en la capital jienense.
Aprobación “urgente” de presupuestos
El CES Local aprovechó el último pleno para exigir al equipo de gobierno municipal la aprobación “urgente” de los presupuestos de este año 2010, no sólo para tener un documento que es más una “declaración de intenciones” sino porque no tenerlos “supone un perjuicio notorio al nivel de ejecución”, según su secretario general, Luis Alberto García, quien abogó por un “ajuste” en el capítulo de bienes corrientes y servicios.