La policía británica identificó ayer como James Tomkins, de 61 años, al ciudadano detenido por la policía española en Marbella, al que la Justicia de este país reclama por el asesinato a tiros en mayo de 2006 de un joven de 24 años.

Se trata de uno de los hombres más buscados del Reino Unido, cuyas autoridades le buscaban desde hacía cuatro años y que esperan ahora lograr la extradición por parte de España tras su detención en una operación conjunta de las policías de ambos países.

Tomkins es sospechoso de la muerte en la localidad de Hornchurch de Rocky Dawson , fallecido a causa de los disparos que dos hombres realizaron desde un coche en marcha.

La víctima estaba colocando a sus dos hijos en el interior de su coche cuando fue tiroteado. Dawson murió en los brazos de su madre tras entrar a trompicones en su domicilio.

La agencia local de noticias PA señaló que la policía sospecha que Tomkins conducía el Land Rover desde el que se efectuaron los disparos y que ayudó a destruir las evidencias del crimen.

El considerado autor material de los disparos Christopher Pearman fue condenado a cadena perpetua en 2007 tras ser declarado culpable del asesinato de Dawson.

Desde entonces, la policía, que ofreció una recompensa de 20.000 libras (unos 24.000 euros) a quien facilitara información que permitiera la captura de Tomkins, no ha logrado aclarar el motivo del crimen, si fue un acto de venganza o una equivocación.

En cualquier caso, las autoridades británicas consideran a Tomkins un criminal peligroso y están convencidas de que una red de amigos le ayudó a huir a España.