La concejala del Partido Popular de San Fernando, Úrsula Ruiz Blanco, ha querido denunciar ante la opinión pública el serio riesgo que los usuarios del Parque Almirante Laulhé sufren a diario por las obras de remodelación del recinto a partir del proyecto de supresión de la valla perimetral que lo rodea. Sobre todo, ese riesgo es “mucho mayor” para los menores “que a diario van al Parque para disfrutar de la zona infantil de juego”.

Según explica la concejala popular, el área de juegos infantiles “está en estos momentos entre las dos zonas de obra existente en el recinto y en el caso de la parte de la antigua piscina municipal, apenas la separa una vallita de obra por la que cualquier persona puede acceder y si es pequeña, como un menor de edad, más aún, de ahí que estemos ante una nueva chapuza del equipo de gobierno andalucista, por la tremenda improvisación que una vez más está demostrando en la ejecución de este proyecto”.

Replantación

Además de esta importante circunstancia, “está el hecho irrefutable de que se están talando, cortando árboles, en vez de proceder a su traslado y replantación a otros puntos del municipio”. En este sentido, la edil del PP Ruiz Blanco considera una tremenda contradicción que el proyecto de la valla del Parque esté a cargo del Área de Desarrollo Sostenible “y lo único sostenible de este proyecto sea el cartel que anuncia la obra, porque han tirado parte de la valla para que camiones y otros vehículos pesados accedan al recinto, están troceando árboles ya consolidados y de sombra en el interior del Parque que podrían ser replantados en otros puntos de la ciudad y menos sostenibles aún son las condiciones en las que a los usuarios se les permite el uso y disfrute del Parque, sobre todo a esos menores de edad que ahora tienen que jugar entre camiones y excavadoras”.

Medidas de seguridad

El Partido Popular considera que “la soberbia andalucista” por quitar el cerramiento del Parque a tan sólo un año de que se le hiciera una importante obra de remodelación en su zona baja para adecentar el terreno, como tuvo lugar en 2009, unido a la falta de suficientes medidas de seguridad, “es otra demostración clara y fehaciente de que no tienen programa de ciudad ni objetivos marcados, y de que todo se hace a gusto del alcalde y del delegado de turno y no en base a las necesidades de los ciudadanos isleños, que son los que al final sufren las consecuencias de obras como la que están desarrollando en el Almirante Laulhé”.