El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha reconocido este viernes que aún "queda trabajo por hacer" en lo relativo a los controles Schengen así como en materia de armonización de impuestos en el marco del acuerdo que regirá en el futuro la relación entre Gibraltar y la UE.
Así lo ha trasladado tras la reunión mantenida la víspera en Bruselas con el comisario europeo encargado de la relación con Reino Unido, Maros Sefcovic, el ministro de Exteriores británico, David Cameron, y el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, durante la que las partes realizaron "avances importantes" y situaron el acuerdo "más cerca".
En una entrevista en TVE, recogida por Europa Press, Albares ha resaltado que el encuentro permitió abordar cuestiones "muy importantes" para España en materia medioambiental y "también pudimos avanzar y acercar posiciones en todo lo que supone el desarrollo social del Campo de Gibraltar".
El ministro no ha querido entrar en detalles sobre la negociación y ha asegurado que no hay ningún "obstáculo insalvable" y en el que las partes estén "chocando frontalmente", aunque ha admitido que "todavía queda trabajo por hacer en todo lo que respecta a las garantías que nosotros queremos para la aplicación de los controles Schengen, de la zona aduanera, y también en todo lo que toca a la armonización de impuestos indirectos".
Según ha precisado, en la reunión de ayer, la segunda en este formato tras la celebrada el 12 de abril, se dedicó "bastante tiempo para garantizar que tanto el funcionamiento del espacio Schengen como el de la unión aduanera, los controles que se aplican, se hagan con las garantías necesarias".
Bruselas y Londres llevan más de dos años negociando el acuerdo que regulará la relación de Gibraltar con la UE tras el Brexit. Dicha negociación tiene su base en el llamado Acuerdo de Nochevieja, cerrado por España y Reino Unido en 2020, y que prevé, entre otras cosas, la supresión de la Verja y la entrada de facto del Peñón en el espacio Schengen.
Como resultado de ello, y según se ha informado hasta ahora, está previsto que los controles fronterizos en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar los realice la Agencia de Fronteras Europea (Frontex), dado que Reino Unido no acepta el despliegue de miembros de las fuerzas de seguridad españolas en la colonia porque lo considera una afrenta a su soberanía.
Los distintos impuestos que se aplican a un lado y otro de la Verja, y que hacen de Gibraltar una suerte de paraíso fiscal, también han sido uno de los principales puntos de fricción. Durante la reunión mantenida el lunes por Albares con representantes de la Junta de Andalucía y el Campo de Gibraltar, estos le recordaron la necesidad de que haya una armonización y el Gobierno andaluz incluso propuso un estatuto fiscal propio para esta región.
"Nosotros, como Gobierno de España, no queremos un acuerdo, queremos el acuerdo, el buen acuerdo para la prosperidad compartida, para la confianza compartida, para garantizar esa seguridad jurídica", ha asegurado este viernes el ministro, que ha reconocido la "complejidad" del acuerdo que se está negociando puesto que "son muchos aspectos los que hay que tocar y porque tenemos que crear una nueva relación partiendo de cero".
Posteriormente ha dialogado con el presidente de la Junta andaluza, Juanma Moreno, y ha mantenido una videoconferencia con los alcaldes del Campo de Gibraltar para brindarles "tantas explicaciones como sean posibles" aunque sin entrar en muchos detalles, ya que así se acordó en Bruselas para "proteger la negociación".