Y entre las cosas que deciden está la de la crear un Premio Literario llamado Ciudad de Algeciras de narrativa, que, por cierto, todavía no se ha fallado a pesar de que el plazo de entrega de originales finalizó en septiembre del año 2010. Y tras la brillante deducción de la conveniencia de llevar a cabo este certamen y con este nombre propiciado por este magnífico trabajo de la empresa, resulta que ese certamen que se ha “creado” ya existe. Y no sólo existe sino que tiene ya dieciséis ediciones en su haber.
El certamen literario Ciudad de Algeciras, para conocimiento de la delegada de Cultura y de la empresa, lo creó el Centro Andaluz de Algeciras. Su primer ganador fue Juan José Téllez con su relato Señora Melancolía y finalista Antonio Torremocha con Detente junto al río de la Miel. Después ha tenido ganadores como Domingo F. Faílde, José Reyes, Antonio Torremocha etc, etc.. Los derechos de este certamen fueron cedidos a la Fundación Municipal de Cultura José Luis Cano y así se ha seguido hasta las dieciséis ediciones.
La llegada de la delegada, señora Nieto, a Cultura fue la que paralizó la continuación de este certamen al igual que el Premio Bahía de Poesía, que creó Manuel Fernández Mota y que también se paralizó (aunque luego la delegada se ha sumado a su homenaje. El mejor homenaje para Fernández Mota hubiese sido continuar con su Premio Bahía de Poesía. Pero, como digo, este certamen sigue existiendo, así que no se cómo puede haber dos certámenes literarios de narrativa con el mismo nombre, Ciudad de Algeciras, y organizados por la misma institución.
Ahora sale la delegada de Cultura y se reinventa de la nada, como si nunca hubiese existido (la memoria es bastante selectiva) un certamen que ya existe y, encima, nos cuenta que es como consecuencia de los Presupuestos Participativos para cuyo asesoramiento ha contado con el Instituto de Estudios Políticos para América Latina y África (Iepala), nada más y nada menos. Resultado: la creación de un nuevo certamen literario de narrativa. Auténticamente brillante.