La mujer en el mundo laboral

En las últimas décadas, la incorporación de la mujer al entorno laboral ha originado una serie de cambios en la vida familiar y social (necesidad de guarderías desde horas tempranas, compartir labores domésticas, búsqueda de igualdad de oportunidades en el trabajo, etc).

Según los expertos, la estructura familiar ha cambiado en gran medida. Las funciones tradicionales de crianza de los hijos, que se atribuían a las madres, queda sustituida por las guarderías o son más compartidas.

Por otra parte, el aumento de separaciones hace que cada vez sea más frecuente la familia monoparental, con lo que hoy podemos encontrarnos con unas estructuras familiares muy diversificadas.

Pero donde más ha influido es en el cambio cultural que, poco a poco, se está produciendo en una sociedad con una historia machista o más enfocada al varón.

Este cambio no es necesario sólo en los hombres, sino también en las mujeres que, al verse en un ambiente hostil, están a la defensiva y se produce una gran competitividad. Se ha comprobado que el número de conflictos internos aumentan en los grupos de trabajo compuesto únicamente por mujeres.

Por regla general, la mujer es más responsable, perfeccionista y autoexigente; y esto, sumado a un ambiente laboral cada vez más complejo, lleva a un clima de competencia que, en los varones, sólo se da en casos muy concretos.

Este sentimiento de responsabilidad hace que la mujer suela estar más implicada con los objetivos de la empresa. Muchos empresarios no saben apreciar estos valores y piensan que contratar a una mujer con hijos a su cargo le puede acarrear problemas de absentismo;y se equivocan.

Llegar a un alto cargo, sin embargo, sigue resultando más difícil para una mujer que para un hombre, aunque muchos dirán que hay igualdad de condiciones e, incluso, en muchos casos, se hace demagogia con lo de la discriminación positiva.

Durante mucho tiempo se dijo que una mujer no podía ocupar cargos de importancia porque se vuelve muy inestable emocionalmente durante la menstruación y más tarde, la menopausia; pero estudios posteriores han demostrado que estos datos se deben a que la mujer es más comunicativa y que, además, el cerebro masculino se degenera antes y se ve más afectado por la ‘pitopausia’.