El Gobierno se mantiene a la expectativa de cómo pueda comenzar a actuar Donald Trump en su segundo mandato al frente de Estados Unidos y ha preferido optar por la cautela en lugar de responder y valorar las recientes andanadas del magnate, quien no ha descartado incluso el uso de la fuerza para recuperar el Canal de Panamá o anexionarse Groenlandia.
Tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, e incluso el Rey Felipe VI han enviado mensajes conciliadores ante la nueva etapa que arranca este lunes en Estados Unidos con la toma de posesión de Trump, incidiendo en que es el "aliado natural" de Europa y en las bondades de un trabajo en equipo.
Sánchez se apresuró en felicitar a Trump tras su victoria el pasado 5 de noviembre frente a la candidata demócrata Kamala Harris, expresando la voluntad del Gobierno de trabajar con la Administración entrante en las relaciones bilaterales estratégicas" y también en la "sólida asociación transatlántica".
"España quiere seguir profundizando y afianzando la relación estratégica con Estados Unidos y el vínculo transatlántico que nos une", abundó en esta línea el presidente del Gobierno en su intervención en la Conferencia de Embajadores de esta semana. "Estados Unidos es un aliado imprescindible para hacer frente a los desafíos de nuestro tiempo y para la defensa también de nuestro modelo de convivencia", aseguró.
En este mismo foro, el Rey apostó por encarar "la nueva etapa política que en breve se abrirá en Washington" con el regreso de Trump a la Casa Blanca "con el ánimo de ahondar en esta relación, sobre la base de una agenda positiva en materia de prosperidad y seguridad, aportando nuestra sensibilidad histórica y cultural y nuestra visión del hemisferio americano".
Por su parte, Albares se mostró partidario de no comentar las declaraciones formuladas por Trump, que han generado mucho revuelo en Europa, sobre todo en Dinamarca ante las pretensiones de que la isla de Groenlandia pase a estar bajo soberanía estadounidense, y esperar a ver si se traducen en acciones.
ESPERAR A VER LOS PRIMEROS PASOS
"Esperemos a que la Administración Trump dé los primeros pasos y veamos cuáles son las acciones", señaló en una reciente entrevista tras ser preguntado por una eventual respuesta a nivel europeo ante las andanadas del futuro presidente estadounidense.
No obstante, el jefe de la diplomacia quiso dejar claro que "la integridad territorial, la soberanía, la igualdad soberana de todos los Estados es un principio fundamental de la Carta de Naciones Unidas que España protege y defiende, mucho más cuando se trata del propio territorio de la Unión Europea".
En este sentido, recalcó que "la defensa de los principios de la Carta de Naciones Unidas, de los valores de la Unión Europea y del Derecho Internacional es una parte central de la política exterior de España y de la acción exterior de Europa".
Albares sostuvo que España y Estados Unidos tienen que "trabajar por mantener y fortalecer el vínculo trasatlántico que tan beneficioso ha sido para Europa y para Estados Unidos durante tantas décadas", pero sin renunciar, llegado el caso a defender tanto la democracia como los valores y el proyecto europeo en caso de que estos se vieran amenazados, con los instrumentos que tiene en su mano.
DESENCUENTRO POR EL GASTO EN DEFENSA
Precisamente uno de los puntos de fricción con Trump en este segundo mandato tiene que ver con la OTAN. El magnate ha defendido que los países aliados deberían elevar su gasto en defensa hasta el 5% del PIB. Actualmente, el compromiso de los integrantes de la Alianza Atlántica es destinar el 2%.
En este sentido, Albares señaló en otra entrevista que como miembro de la OTAN, Trump "tiene derecho a tener su opinión" pero dejó claro que las decisiones en cuanto al presupuesto de defensa se toman "conjuntamente" en el seno de la Alianza. "No es un Estado cualquier el que lo decide", puntualizó.
Por lo que se refiere al compromiso alcanzado por todos los aliados en 2014 de alcanzar un 2%, insistió en que España tiene "un compromiso público, que se va a cumplir, de alcanzarlo en 2029". Actualmente, España destina el 1,3% de su PIB a defensa, lo que le sitúa a la cola entre los 32 países que componen la Alianza.
Según datos de la OTAN, 23 de ellos superaron en 2024 el umbral del 2%, con Polonia (4,12%), Estonia (3,43%) y Estados Unidos (3,38%) a la cabeza. El nuevo secretario general de la Alianza, Mark Rutte, ha defendido recientemente que los aliados deberían empezar a gastar ya por encima del 3%.
En este sentido, durante su discurso ante los embajadores españoles, Sánchez reconoció la necesidad de reforzar la industria de defensa pero también quiso dejar claro que él no comparte ni va "alentar jamás una deriva militarista que nos aboque a una nueva carrera armamentística".
"El mundo tiene prioridades más urgentes que atender", sostuvo el presidente, incidiendo en que "en ningún manual está escrito que la paz y la seguridad se conquisten reforzando arsenales". Asimismo, quiso sacar pecho una vez más de España "invierte casi diez veces más que la media aliada en operaciones de mantenimiento de paz". En 2024, España ha desplegado a más de 14.000 miembros de las Fuerzas Armadas en misiones en el exterior.
ARANCELES A LA ACEITUNA NEGRA
Por otra parte, otro de los puntos de confrontación con la Administración Trump seguirá siendo el de los aranceles a la aceituna negra que precisamente impuso el magnate durante su primer mandato y que, pese a la buena sintonía con el Gobierno de Joe Biden, no se han levantado durante los cuatro años que el demócrata ha estado en la Casa Blanca.
Estados Unidos impuso un arancel del 35% a la aceituna negra en 2018 y pese a que la OMC dictaminó en 2021 que era ilegal y en febrero de 2024 volvió a dar la razón a la Comisión Europea en su contencioso con Estados Unidos, Washington no ha dado marcha atrás.
Además, el presidente electo ha amenazado con la imposición de nuevos aranceles en línea con su política de 'Estados Unidos primero'. "Le dije a la Unión Europea que deben compensar su tremendo déficit con los Estados Unidos mediante la compra a gran escala de nuestro petróleo y gas. De lo contrario, ¡¡¡se aplicarán aranceles!!!", sostuvo Trump en un mensaje en redes sociales el pasado diciembre.
En este sentido, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, apostó este jueves por una acción coordinada a nivel europeo si llega a materializarse esta amenaza. "Necesitamos que la UE sea un actor clave. Este no es un elemento que podemos jugar por nosotros mismos", sostuvo el ministro, que apostó no obstante por ver "primero cuáles son las políticas" que finalmente se aplican.
