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Campo de Gibraltar

Verdemar sobre el submarino: 'La radiactividad no se ve pero se siente, lo cual es peor'

En el Estrecho carecemos de un sistema de emergencia ante una avería de un reactor nuclear, algo que nos pone constantemente en peligro

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  • Antonio Muñoz hablando con 7TV -

El puerto militar de Gibraltar se ha convertido, según denuncia Verdemar Ecologistas en Acción, en un enclave habitual para la reparación de submarinos nucleares, una actividad que consideran imprudente y peligrosa. Antonio Muñoz, activista de la organización, alerta de que estas embarcaciones, impulsadas por reactores nucleares, generan riesgos inadmisibles para el entorno del Campo de Gibraltar y sus más de 250.000 habitantes.

Muñoz recalca que, en caso de una avería en el reactor, las consecuencias no se limitarían al daño medioambiental, sino que podrían tener un impacto devastador en la salud humana. "Un incidente no solo afectaría a las poblaciones del Campo de Gibraltar, sino que podría extender sus secuelas a parte de Andalucía", explica el activista.

Además, recordó un episodio similar ocurrido en Escocia, donde un fallo en el suministro eléctrico de un submarino nuclear puso en evidencia lo delicado y peligroso de esta tecnología. Según Verdemar, estos reactores nucleares no pueden detenerse ya que, de interrumpirse su funcionamiento, se podría desencadenar una explosión nuclear con consecuencias catastróficas.

El mayor problema, insiste Muñoz, es la falta de un plan de emergencia específico para gestionar este tipo de crisis en el Estrecho. Un protocolo de emergencia debería incluir, como mínimo:

- Sistemas de alerta temprana para detectar cualquier problema en los reactores.

- Zonas de evacuación predefinidas que protejan a la población cercana.

- Infraestructuras médicas y equipos especializados en emergencias nucleares.

- Plan de contención medioambiental para evitar la propagación de radiación.


"Nos enfrentamos a una espada de Damocles", advierte Muñoz, denunciando la ausencia de protocolos que salvaguarden al medioambiente y a la población de los riesgos que conllevan estas actividades.

Por todo ello, Verdemar hace un llamamiento urgente a las autoridades locales, nacionales e internacionales para que se tomen medidas que restrinjan las reparaciones de submarinos nucleares en Gibraltar. Según el colectivo, únicamente se deberían permitir operaciones de abastecimiento y cambio de tripulación, reduciendo al máximo la exposición al peligro.

Con estas denuncias, el colectivo espera crear conciencia sobre un problema que podría tener un impacto irreparable si no se actúa con celeridad. "En breve, lo que está en juego no será solo el medioambiente, sino la vida y seguridad de cientos de miles de personas".

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