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Al compás de Huelva

El colegio del padre Laraña, ayer y hoy

Los orígenes del hoy Safa-Funcadia de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia, donde en 1953 inicié mi formación escolar, se remontan a 1918

Publicado: 26/02/2025 ·
17:49
· Actualizado: 26/02/2025 · 17:49
  • Colegio SAFA Funcadia de Huelva. -
Autor

J. S. Canales

Periodista onubense con más de medio siglo de carrera profesional y una gran dedicación a su tierra, autor de varios libros y reconocido con el Premio de Periodismo Ciudad de Huelva en 2008

Al compás de Huelva

Plasma la historia reciente de Huelva y toma el pulso de la actualidad onubense, además de ser un altavoz de las necesidades de la capital y la provincia

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La verdad es que no puedo ocultar mi emoción y sobre todo mi gratitud cada vez que paso por la Alameda Sundheim y me detengo frente al sencillo monumento obra de mi buen amigo y también alumno del colegio del padre Laraña, José Bacedoni Bravo, una denominación que el tiempo se ha encargado de quedar en el recuerdo de tantos y tantos viejos alumnos que días pasados nos estremecíamos al conocer que 80 años después, y ante la conmemoración del Día de Andalucía, la bandera de nuestra patria grande, sin menospreciar que ante todo somos españoles, era concedida a Safa-Funcadia, con 80 años de historia -hay que repetirlo las veces que sea necesario- y para reforzar que en 1944 nacía  -volvemos a los orígenes- un centro educativo que ha adaptado su oferta a las necesidades de la sociedad. Una fórmula digna de patentar y no olvidar, ya que ha permitido formar al alumnado en diversas especialidades técnicas y profesionales que sin duda han contribuido al desarrollo de Huelva…

Sí, Huelva jamás podrá olvidar que, junto a la Escuela de Maestría Industrial del también recordado don Eligio Vallejo Tirado, fueron los puntales sobre los que nació y se desarrolló el Polo de Promoción Industrial a partir d 1963, vivero de tantas y tantas promociones de especialistas que estoy seguro tampoco podrán olvidar, junto a las aulas del primitivo edificio cedido por la Fundación de don Carlos Díaz y Franco de Llanos. El edificio fue derribado pero en su entorno se fue formando ese complejo educativo que por imperativos del progreso pasó a llamarse Safa-Funcadia, desde ahora Bandera de Huelva y de Andalucía a los valores humanos. Sí, hoy, 80 años después, es una realidad gozosa y esperanzadora frente a aquellas humildes dependencias que eran las clases de Primaria y los talleres que en 1967 fueron reconocidos oficialmente a Estudios Politécnicos Madre de Dios en la rama del metal, electricidad, electrónica, química, delineación y madera.

Al hilo de la historia, Huelva tiene que ser consciente de la labor del padre José María Laraña y Alvarez-Ossorio en aquellos años difíciles de la posguerra, en una Huelva que solo vivía del comercio local, de la pesca y de los talleres de la entonces Compañía Española de Minas de Riotinto, a pocos metros de la hoy Casa Colón, entonces singular hotel de la época un tanto singular protagonista de la vida de Huelva. Yo, por mi parte, lo mismo que pensarán José Bacedoni Bravo y anteriores alumnos, como Juan Ceada Infante y otros muchos más que lamentablemente no recuerdo ahora mismo, tenía y sigo teniendo una impagable deuda de gratitud con el entrañable y admirado sacerdote jesuita, y con su sucesor, don Salvador López Vélez, y con aquellos maestros como don Juan Díaz de la Torre, don José Pérez Marina, don Eduardo Bonachera Pombo, luego jefe y amigo en los servicios informativos de Radio Nacional de España en Huelva, en los altos de la Cafeteria Pelayo, número 1 de la Gran Vía, donde se gestó gran parte de mi vida profesional en el mundo de la información o de la radio consolidada como decana de la radio pública española… ¡Ah! y por supuesto recordar a don Nicolás Sierra García, don José Samaniego y don José Vizcaya Hidalgo, y sin olvidar por proximidad a los distintos maestros de taller de la época.

Los orígenes del hoy Safa-Funcadia de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia, donde en 1953 inicié mi formación escolar, se remontan a 1918, cuando don Carlos Díaz y Franco de Llanos cedía al Ayuntamiento el hotel que era su residencia en la hoy Alameda Sundheim y todas las edificaciones, jardines, huerta y demás dependencias, origen de la Escuela Nocturna de Adultos y el edificio-hotel a biblioteca, y si es posible también a Museo Provincial. De esta forma arrancaba la fundación, que inició sus actividades con una escuela nocturna para obreros adultos, biblioteca pública, escuela y talleres de formación profesional obrera con sus tres ramas fundamentales -carpintería, mecánica y electricidad- y seis escuelas nacionales de enseñanza primaria, coordinadas en sus últimos grados con las profesionales. El año 1925 es declarada Fundación Benéfico-Docente, siendo ministro de Instrucción Pública el onubense don Antonio López Muñoz.

Hoy, las escuelas profesionales de Safa-Funcadia constituyen el complejo docente privado más importante de la provincia y es obligado recordar  a quienes son hoy más que un grato recuerdo para centenares de especialistas, muchísimos ya jubilados en las factorías del Polo de Promoción Industrial de la Punta del Sebo y La Rábida-Palos de la Frontera, y que actualmente quisieran que la ejecutoria del padre Laraña quedase perpetuada para la posteridad. Hoy,  vísperas del Día de Andalucía es cita obligada para el recuerdo y la Bandera a los valores humanos el mejor premio y reconocimiento a unos valores humanos con 80 años de historia (1944-2024)  que en mi caso trato de afianzar precisamente en mis nietos, César y Manuel, cuyas sonrisas al recordar esta parte de mi historia es algo más que reconfortante para quienes -repito e insisto- dejaron su huella y fortalecieron mi espíritu ante la adversidad…

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