Agentes de la Policía Real de Gibraltar y del Servicio de Aduanas detuvieron, el pasado 19 de febrero, a un varón español de 65 años cuando intentaba salir de Gibraltar saltando la valla fronteriza. El hombre se quedó atascado en el alambre de espino y fue descubierto por un agente de la BCA que iba de camino al trabajo. El hombre fue rescatado por agentes del Servicio de Aduanas y de la Policía Real de Gibraltar (Royal Gibraltar Police, RGP) y posteriormente detenido. No llevaba el pasaporte ni el carné de identidad y, en lugar de denunciar la pérdida ante la RGP, decidió intentar saltar la valla.
En otra actuación, el viernes 21 de febrero, detectives de la División Especial detuvieron a otro varón al que se había denegado la entrada en España por tener presuntamente un documento de identidad francés falsificado. Fue detenido y acusado de ser no gibraltareño y utilizar un documento falso para engañar a los funcionarios de inmigración. El caso sigue abierto después de que el detenido se declarara inocente de estos delitos.
Por último, el domingo 23 de febrero, un varón marroquí, con permiso de residencia en el Reino Unido, voló al aeropuerto internacional de Gibraltar y los agentes de la BCA le denegaron la entrada ante la sospecha de que su intención era la de viajar a España sin poder demostrar que pudiera hacerlo. Por lo tanto, como no se le consideró un turista de buena fe en Gibraltar, se le denegó el permiso de inmigración y se le informó de que debía embarcar de nuevo en el vuelo de regreso al Reino Unido. H. N., de 29 años, se negó a ello, por lo que fue detenido por detectives de la División Especial por un delito de obstrucción a un funcionario de inmigración. Mientras se encontraba en la comisaría de New Mole House, se descubrió que llevaba cannabis encima y fue detenido y acusado de posesión e importación de una droga controlada de clase B. Se declaró culpable de ambos delitos y ya no se encuentra en Gibraltar.
Un portavoz de la RGP, señaló: “La mayoría de las personas a las que se deniega la entrada en Gibraltar son detenidas en la frontera terrestre, donde la BCA devuelve a España a las personas que no poseen los documentos o visados adecuados para entrar en la jurisdicción. En lo que va de año, se ha denegado la entrada al Peñón a más de 1.100 personas por estos motivos. Y en el segundo semestre de 2024, la cifra rondó las 4.000.
Sin embargo, en algunas circunstancias, las personas pueden tener el permiso o certificado adecuado, pero sus intenciones no son auténticas ni honestas. En tales casos, los agentes de la BCA y de la División Especial interrogan a esas personas para tratar de determinar sus verdaderas intenciones. Si se descubre que no son turistas de buena fe o que intentan confundir o engañar a los funcionarios de inmigración, se les puede denegar la entrada y se les devuelve al lugar de procedencia, que puede ser el Reino Unido en el aeropuerto, Marruecos si llegan a través de la terminal del transbordador o de vuelta a través de la frontera terrestre. Este es especialmente el caso de las personas sospechosas de intentar utilizar Gibraltar como puerta de entrada a la UE utilizando el aeropuerto o el servicio de ferris. En lo que va de 2025, se ha denegado la entrada a 10 personas por este motivo, de las cuales cinco son marroquíes, dos paquistaníes, un ruso, un yemení y un congoleño.
En el segundo semestre de 2024, también se denegó la entrada a 37 personas que se creía que querían entrar en la UE sin la documentación adecuada. El 75% de ellas eran de nacionalidad marroquí, y el resto eran nacionales chinos, sirios, nigerianos, egipcios, zimbabuenses, pakistaníes y congoleños”.