Juan Carlos Ruiz Boix ha decidido ejercer como secretario general del PSOE desde el primer minuto tras las primarias de este domingo. En rueda de prensa en Cádiz ayer, el también alcalde de San Roque y diputado nacional reivindicó su liderazgo. Lo hizo primero con sorna. “No seré Juan Carlos Ruiz Boix el breve”, dijo en referencia a los cuatro años que tiene por delante que se suman al trienio que lleva desempeñando la máxima responsabilidad orgánica del partido en la provincia. Luego, se puso serio. “Que algunos se dejen ya de jugar al Stratego”, advirtió. “Desde aquí hago un llamamiento a la responsabilidad y a la madurez de todos los compañeros, para que se pongan a disposición de la democracia y de quien ha ganado en estas votaciones”, en especial, subrayó, “a aquellos que se han dedicado a dinamitar los acuerdos”.
“Desde hoy ya somos todos uno”, insistió, y, a continuación, tendió la mano a todos los compañeros que quieran “poner su trabajo y toda la intensidad” en el nuevo proyecto. Pero lanzó otro aviso. “Espero que la integración no sea suma cero como pasó en 2021” con algunos integrantes que, como ya criticó durante la campaña informativa, no pusieron de su parte para afrontar el ciclo electoral o reforzar la organización territorial o piensan en el Congreso Provincial de 2029. Aunque tampoco apuesta por una integración “matemática”, en relación al ajustado triunfo en las urnas.
Ruiz Boix pidió a quienes den el paso adelante para ir a su lado, sobre todo, “disponibilidad; más que capacidad”. Adelantó que cuenta con Javier Ruiz, su rival, “un excelente alcalde de Rota”, y designó a Cristina Saucedo como la interlocutora para las negociaciones de la nueva Ejecutiva.
Entre los objetivos, además de los consabidos refuerzos de María Jesús Montero y el Gobierno de Pedro Sánchez, reiteró su intención de recuperar Diputación antes de final de año con el acercamiento a La Línea 100x100 por medio de una moción de censura y renovar las candidaturas en los municipios en los que perdió las elecciones en 2023.