El actual presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Algeciras, Manuel Delgado, no puede evitar la emoción cuando se menciona al Cristo de Medinaceli, una de las imágenes más veneradas de la ciudad. Y no es para menos: “He nacido a los pies del Medinaceli”, afirma con voz sentida. Delgado ha sido durante nueve años hermano mayor de esta cofradía y otros cuatro más como colaborador, lo que refuerza su vínculo con una imagen que, según él, “transmite sentimiento y tranquilidad”.
Manuel lleva décadas entregado al mundo cofrade y a la formación de nuevas generaciones. Reconoce con ilusión que “hay muchos jóvenes cofrades en Algeciras y están incorporándose a las juntas de gobierno”, aunque recuerda que estar en una hermandad va mucho más allá de sacar un paso: “Estar en una cofradía es estar al servicio de la Iglesia”.
Durante la entrevista, también hubo un momento para recordar a una figura fundamental recientemente fallecida: Javier Gutiérrez Rodríguez, expresidente del Consejo y referente cofrade. “Fue bueno antes de morirse, no hubo que esperar a que se fuera para reconocer su valor”, declara Delgado con cariño. “Fue un gran amigo, un cristiano ejemplar y supo sacar adelante sus hermandades en momentos muy difíciles”.
Respecto a lo que distingue a la Semana Santa algecireña del resto, el presidente evita las comparaciones, pero destaca algo esencial: “Lo hacemos con el mismo cariño que en cualquier ciudad. Lo importante es que, salga o no el paso, celebramos la pasión, muerte y resurrección de Cristo”.
Delgado representa el rostro sereno y convencido de una tradición que, en Algeciras, va más allá de las procesiones: es fe, compromiso, y comunidad.