¡Cómo Dios manda!

Aleluya! Hace un par de semanas reclamábamos ir conociendo los programas electorales de los partidos que se presentan a las elecciones; o al menos, de los que tienen más opciones de ganar. Y el que tiene más papeletas es el PP, según las encuestas. Y por fin hemos empezado a conocer parte de sus propuestas. Hemos sabido, según Rajoy, que si gana el PP tendremos una “política económica como Dios manda”, que tendremos “una política energética como Dios manda”, “un modelo educativo o de financiación como Dios manda”, e incluso decía hace tiempo que Córdoba tendría “un aeropuerto como Dios manda”. No sabemos si similar al de Castellón o del abuelo Fabra, que está más cerca de Dios que de los aviones.

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Rajoy ha puesto toda su fe y su esperanza en Dios y, aunque yo siempre he pensado que Dios está más cerca del comunismo, sinceramente espero que le eche una mano porque si no, no habrá Dios que arregle esto. Advertíamos también desde aquí sobre los despidos masivos de comunidades autónomas y ayuntamientos, especialmente los gobernados por los populares. Y conocíamos, además, esta misma semana la propuesta de la CEOE de abaratar los despidos: 12 días para los procedentes y 20 para los improcedentes. Digo yo que por qué no se preocupan más de los abusos de los directivos bancarios, con cuyas indemnizaciones y pensiones se solucionaban algunas contrataciones.La verdad, por mucho que insisten en ello los empresarios y, por ende, la mayor parte de la Derecha de este país, no acabo de entender: ¿por qué para crear empleo hay que abaratar los despidos? Entiendo yo que esto lo único que promueve es despedir porque nos resulta más barato. Si para contratar a un trabajador estamos planteando lo que nos va a costar despedirlo, creo que algo falla. Y si para los empresarios este es el único obstáculo para contratar, pues que el PP cuando gobierne se lo haga más fácil y rebajen aún más sus propuestas de despido, como Dios manda. Y especialmente a los banqueros, por Dios. Se me ocurre que esta propuesta la deberían incluir los partidos en sus programas electorales y que tuviéramos la opción de que, aquellos que sean despedidos puedan rehusar a cobrar indemnización, para favorecer las políticas de empleo de sus partidos, como Dios manda. Son algunas cosas que se podrían cambiar el 20N y que seguramente cambiarán, aunque no sabemos si para peor. Y la única forma de evitarlo es votar, pero ¡¡¡VOTAR COMO DIOS MANDA!!!