Q ue el resultado de ayer fue totalmente injusto no se le escapa a nadie que viese el partido que se disputó sobre la huerta de Chapín. Que el Numancia disparó dos veces entre los tres palos y marcó dos goles es tan cierto como incomprensible que a un equipo que está empatando en su casa le hagan en el tiempo de descuento tres ocasiones de gol y una se convierta. Que está equipo ha entrado en una deriva muy peligrosa y que no es dueño de sus actos en el terreno de juego lo certifica los lamentables fallos defensivos que le terminan costando puntos y goles y la alarmante falta de pegada con un José Mari, entre algodones desde que casi comenzó la temporada, y que no está rindiendo ni al cincuenta por ciento del nivel de la pasada campaña. Y que evidentemente hace falta un golpe de timón, porque es más fácil echar a uno que a veinticuatro, es tan obvio como lo ven algunos consejeros, que se expresaron de tal guisa en el propio palco al finalizar el encuentro. Pienso que el propio Emilio Viqueira tiene claro que así es imposible seguir y que los respaldos se acaban en el momento en que no se dan los resultados. Y es que este equipo, y eso es lo más peligroso, ni jugando bien, como lo hizo ante Celta o Sabadell, es capaz de ganar, si además lo hace mal, como ayer lo hizo a lo largo del primer tiempo y el arranque de la segunda parte, pues ya medirán dónde puede terminar.
De momento parece que ha terminado con la paciencia de muchos consejeros y con el sueño del propio presidente, que llamará a consulta, si mis informaciones no fallan, a partir del lunes para ver qué es lo que puede ocurrir. Incluso ya se habla que el posible sustituto de Merino no estaría en el club -Moreno continuaría de segundo. sino que podría venir de Sanlúcar. Y es que allí está un Carlos Ríos que ya sabe lo que es salvar a equipos en apuros deportivos, como ocurrió la campaña pasada con el Recreativo.
Tampoco hay que dejar en el olvido el tema arbitral que está lastrando a un Xerez que vio cómo Pino Zamorano, por algo le dieron la patada de Primera, le perdonó las expulsiones a Sunny a Unai y se tragaba un fuera de juego de José Mari en la recta final del primer periodo, que le terminó costando una tarjeta admonitoria a Mendoza cuando enfilaba el camino de vestuarios. Ello no quita, sin embargo, para reconocer que el primer cuarto de hora del Xerez, a pesar de la ocasión de Tato en el 14, fue calamitosa. Luego se entonó algo más, pero escasamente y es que Capi estaba muy encimado por Sunny y Nagore y Rueda depende de l juego de Capi para carburar, porque siendo un buen jugador no es capaz de echarse el equipo a sus espaldas.
En este primer tiempo hubo una opción clara de gol para el Xerez cuando Tato se quedó solo pero su disparo lo despejó Eduardo. En el segundo periodo Israel, a los tres minutos,m suplió a un desacertado Pablo Redondo, Lombán no llegó a rematar una falta de Capi y Cedric avisó de que el peligro rojo llegaba. Era el minuto 52 y uno más tarde hay un pase a las espaldas de los centrales que gana Natalio ante Robusté y marcó un golazo.
A partir de aquí llegaron los mejores minutos, por escribirlo de alguna manera, del Xerez y Vélez envió un balón al larguero, Tato envió fuera y el ariete que llegó del frío de Soria realizó una acción individual para poner el 1-1. Se hacía justicia y había tiempo. En el 89 José Mari tuvo el 2-1 pero su disparo se fue al muñeco y el Xerez se descompuso y los últimos cuatro minutos de añadido fueron un calvario, con una opción perdida por Díaz de Cerio y el gol de Nano que dejó a los aficionados más helados de lo que ya estaban debido al viento frío que soplaba en una noche muy desapacible, a tono con el partido