Los vecinos del municipio almeriense de Carboneras han llenado el cementerio de la localidad para arropar a la familia de la bebé de 13 meses fallecida este jueves por presuntos malos tratos durante el entierro de la pequeña, que se ha celebrado este sábado.
El alcalde de Carboneras, Salvador Hernández (Gicar), que, junto al resto de miembros de la Corporación municipal ha asistido tanto al funeral como al entierro de la pequeña, ha explicado que la ceremonia religiosa previa a la inhumación se ha celebrado "en un ambiente de mucho dolor" en la Iglesia de San Antonio de Padua de la localidad.
En ese sentido, ha confirmado que la familia de la niña era "muy conocida y querida" en Carboneras, lo que ha influido para que tanto la misa funeral como el posterior entierro hayan contado con la presencia de una gran cantidad de vecinos del municipio, entre los que reinaba "bastante tristeza", según ha explicado.
El pueblo vive este sábado, además, uno de los tres días de luto oficial que el Ayuntamiento decidió decretar este viernes tras tener conocimiento del triste suceso, de cuyas causas y circunstancias, por lo demás, no han trascendido más detalles, según ha indicado el regidor carbonero.
De esta manera, las últimas novedades al respecto proceden del informe preliminar emitido por los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería que se encargaron este viernes de practicar la autopsia al cadáver de la menor, que revela que la niña presenta "numerosas contusiones y hematomas" en su cuerpo, al tiempo que descarta que sufriera agresiones de otra índole.
Tras este primer informe, el tío de la menor, un joven de 24 años de nacionalidad rumana que permanecía detenido desde la madrugada de este viernes por la Guardia Civil, quedó en libertad con cargos, si bien no han trascendido qué delitos o delito se le imputan, a la espera de que sea llamado a declarar por el Juzgado de Instrucción número 1 de Vera, que mantiene el secreto de las actuaciones.
El arresto del hermano de la madre de la niña, encargado de cuidar de la menor y otra hermana de tres años, se produjo después de que los facultativos que la atendieron en el centro de salud carbonero activasen el protocolo ante indicios de que podría haber sufrido malos tratos.
