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Lunes 13/05/2024  

Javier Mérida, un ejemplo de superación, cruza a nado el Canal de la Mancha con una sola pierna

Perdió la pierna derecha hace seis años, tras un accidente de tráfico. Pero ésto no le ha impedido seguir adelante con su vida. Al contrario, cada vez se marca retos más difíciles. El último: cruzar el Canal de la Mancha a nado. 47 kilómetros que recorrió en tan solo 15 horas.

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Su cara de satisfacción lo dice todo. Nadie podría imaginar que Javier Mérida se hubiera metido el palizón de su vida hace solo un par de días. Ha vivido una hazaña del que muy pocos pueden presumir: cruzar a nado el Canal de la Mancha, considerado como el reto más difícil de natación de aguas abiertas en el mundo. Pero este joven marbellí tiene aún más mérito porque sus brazadas iban acompañadas del movimiento de una sola pierna. La otra la perdió hace seis años, como consecuencia de un accidente de tráfico. Pero su pasión ha sido el deporte toda su vida. El año pasado sorprendió cruzando el Estrecho de Gibraltar. Fue entonces cuando pensó en un reto que a día de hoy es ya una realidad.
Javier es el único español con discapacidad que ha conseguido cruzar el Canal de la Mancha a nado. En el mundo solo un británico como él ha logrado con éxito la aventura. Nada más y nada menos que 47 kilómetros que él recorrió en quince horas. Para él la satisfacción es máxima, pues consigue un doble objetivo.
Su hazaña ha acaparado portadas y el interés mediático. No es para menos. Además, han sido muchos los que lo han animado y felicitado.
A pesar de la prótesis que acompaña a Javier cada día, a él no le gusta definirse como un discapacitado y busca, sobre todo, la normalización de su vida, que es, según asegura, como la de cualquier otra persona.
Antes de lanzarse al mar y después de quince horas nadando Javier Mérida se encontró además con otras dificultades. La de alcanzar arena seca, algo que no era fácil tampoco.
Javier reconoce que la experiencia, aunque difícil ha sido única. ¿Qué pasó por su cabeza durante todas esas horas?
Junto a Javier, en el barco de apoyo, viajaba la tripulación, la representante de la asociación que certifica que el recorrido se ha hecho según las normas, y dos mujeres fundamentales para él: su mujer y su doctora.
A pesar de la euforia del momento la cabeza de Javier Mérida no le da descanso. Se ha planteado ya un nuevo reto: cruzar a nado el Lago Ness el próximo año. Para ello deberá entrenar de nuevo. Se plantea incluso entrenar en Sierra Nevada, para acostumbrar a su cuerpo a las gélidas aguas.

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