La Junta de Andalucía otorgó a la Fundación para el Desarrollo del Sur de Europa, cuyo patrono único es la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), una subvención de 1,7 millones de euros que fue abonada en el año 2011, sin que ésta fuera publicada en el Boletín Oficial correspondiente hasta dos años después, noviembre de 2013, “por un defecto de forma”.
Fuentes de la Consejería de Agricultura, Pesca, Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, de la que ahora dependen las competencias de la extinta de Obras Públicas que concedió la ayuda, han confirmado a Viva que la subvención fue otorgada a la promotora, la Fundación de la CEA que iba a construir las 583 VPO en Sevilla Este, porque se cumplían las condiciones del convenio firmado en virtud del Plan Concertado de Vivienda y Suelo. La subvención no sólo fue aprobada sino también cobrada por la Fundación en 2011, pero no fue oficializada en el BOJA hasta el pasado 14 de noviembre, con fecha de resolución del 15 de octubre de 2013.
Las fuentes de la Consejería han explicado que “el trámite administrativo se ha culminado tarde debido a un defecto formal”, sin aclarar más detalles del retraso en los inicios ni por qué la demora se ha extendido dos años.
Ante las dudas que plantean los retrasos y la propia promotora, que ya en 2010 arrastraba denuncias de los afectados de la promoción Isbylia al no haberse ejecutado en la fecha establecida las obras, las fuentes han insistido en que se cobró la ayuda “porque se cumplían las condiciones del convenio”, sin aclarar si se abrirá un expediente de recuperación de la subvención. “Siempre hay un seguimiento del cumplimiento de las ayudas; si se detecta algo, se abre expediente”, concluían.
El abogado del grueso de los afectados de la promoción Isbylia, por la que la Fundación de la CEA y la propia patronal ya acumulan varias demandas y querellas por la vía civil y penal, ha relacionado esta ayuda con la presión de los adjudicatarios de las VPO.
Según José Verdugo, sus primeras denuncias datan de finales de 2010 y principios de 2011, y la subvención se otorgó cuando ya estaban citados los “primeros peces gordos”, como un compromiso de que las obras se retomarían.