Diario de un encierro. Decimotercer día

La noche la hemos pasado bien, como podemos aquí, de forma llevadera. Es cierto que no es cómodo dormir sin poderte moverte, pero buenos, se ha llevado bien, todos somos compañeros y se lleva poquito a poco.
El fin de semana aquí es diferente en todos los sentidos. Diferencias todas, personalmente yo echo de menos el calor familiar, porque desde luego como tu casa no hay nada. En casa todos tienen sus comodidades y eso es lo que aquí se nota que falta, como es natural.
Pero estamos aquí para luchar, que es de lo que se trata. La mañana, como siempre. Nos hemos levantado, hemos ido a desayunar al bar y poco más. Desde el viernes no reivindicamos nada porque nos han dado la fecha de reunión para el lunes (hoy para el lector). LLevamos aquí todo el día. Hemos comido todo juntos, viendo pasar las horas como podemos.
Yo tengo 35, llevaba desde el 95 en la empresa, vamos fue la primera vez que entré. Esto ha sido un palo muy gordo, y más que no cuenten con nosotros. Yo dejaba los trabajos para volver, tenía la ilusión de que me hicieron fijo. Yo tenía una ilusión y al final mira. Tengo una niña y ahora mismo tiene diez meses y eso es muy duro, me llaman por teléfono vienen aquí como ayer, y eso duele mucho y se echa de menos.
Mañana (hoy para el lector) hay una reunión por la tarde en Sevilla, van tres representantes. Tenemos mucha esperanza, que es lo último que se pierde. Es una negociación, y habrá que reunirse más veces, pero de ánimos estamos muy alto, el ánimo está arriba desde el viernes. El viernes nos dijeron por papeles que se iba a celebrar la reunión. El viernes fueron todas nuevas noticias y además llamaron a muchos compañeros de una empresa para hacer una selección, y eso ya es una buena noticia. Estamos aquí para trabajar, yo lo que quiero es trabajar ya. Nos vamos a la cama locos porque sea mañana (hoy), para ver que pasa. Llevamos mucho tiempo liados con esto. Visto lo visto no hay nada de recolocación y nosotros no podemos aguantar esto más y con cursos sin remunerar. No podemos hacer nada. Si uno abandona el curso lo pierdes todo. Hay hipotecas y cosas que pagar y tenemos que seguir en la lucha.