La Junta de Andalucía, a través de la Oficina de Rehabilitación del Casco Antiguo, demolerá y reconstruirá la finca 19 de la calle María Arteaga, para lo que contempla una inversión superior a los 800.000 euros.
Esta intervención obtuvo ayer la licencia de obra por parte del Ayuntamiento de Cádiz, si bien todavía quedan algunos trámites por cerrar. Para empezar, según explicaron a INFORMACIÓN fuentes de la Oficina de Rehabilitación, todavía está pendiente la firma de la escritura de compraventa del inmueble entre el ente autonómico y Patrimonio del Estado. “Independientemente de eso, a todos los efectos estamos trabajando como si fuera nuestra”, explicaron.
Así, ya se han realizado los informes técnicos pertinentes, que concluyeron con la demolición y nuevo construcción como mejor opción. Los arquitectos José Soto García y José Luis Ramírez han elaborado el proyecto de demolición y el proyecto básico, quedando pendiente el de ejecución.
La decisión de derribar el edificio va a permitir “evitar el problema de humedades de los muros antiguos y no condiciona la distribución de la finca” --explicaron--. Así, se centrará el patio para una mejor distribución de los espacios, habilitando doce viviendas y permitiendo una mejor ventilación. Habrá cinco pisos de un dormitorio, cuatro de dos y tres de tres. Se instalará un ascensor y se modificarán las escaleras, permitiendo abrir un patio secundario para ventilar las cocinas.
En definitiva, se prevé levantar un nuevo edificio con una superficie construida de 811,17 metros cuadrados, frente a los 795 que tiene actualmente. Su ejecución se calcula en 24 meses.
Pendiente de los trámites pendientes, desde la Oficina de Rehabilitación estiman que la licitación de las obras será para el verano de 2009 y el realojo de los vecinos se realizará lo más próximo a esa fecha.
Para los inquilinos
Estos doce pisos se destinarán a las doce familias que residen en precario en la finca desde hace décadas.
Según dijeron en la Oficina de Rehabilitación, serán calificadas como viviendas públicas en alquiler con opción a compra a los 10 años, aunque todavía no se ha concretado el alquiler que deberán abonar. Será cuando se entreguen las casas y, según los recursos económicos de cada familia, cuando se concrete la renta mensual.
Cabe recordar que la finca era propiedad del Ministerio de Educación y fue habilitado tras la Guerra Civil como casa de oficio de la sección femenina de la Falange. Sin embargo, nunca llegó a utilizarse y fue ocupada por familias gaditanas sin recursos que, con el paso de los años, adaptaron las instalaciones a sus necesidades. Durante más de 60 años, el inmueble estuvo completamente abandonado por sus legítimos propietarios, mientras que los vecinos se encontraban desamparados al no tener ningún documento sobre las viviendas y temiendo problemas de seguridad.
Tras presentar su caso, la Oficina de Rehabilitación se comprometió a adquirir y rehabilitar la casa, llegando al acuerdo de que los vecinos pasarían a ser inquilinos de la Junta. Han sido necesarios dos años de trámites para llegar a un acuerdo con Patrimonio del Estado para adquirir la finca, que ha sido valorada en 120.000 euros, mientras que los técnicos autonómicos realizaban los informes sobre el estado de la finca.
El principal problema del edificio es la infravivienda al haberse construido de forma individual, pero no presenta grandes problemas estructurales al ser muros de piedra ostionera.
"Estamos super contentos"
Los vecinos de María Arteaga 19 manifestaron su entusiasmo por el avance de los trámites, aunque reconocen que aún tardará unos años las obras. La portavoz, Cristina Gallego, afirmó que “estamos super contentos, porque llevamos muchos años luchando para que adecenten la finca después de que nadie se hiciera cargo de su mantenimiento”.
Según argumentó, a principios de año firmaron el convenio con la Junta de Andalucía, en el que se establecía las condiciones en las que quedarán tras la entrega de las viviendas. Cristina consideró que la finca no corre peligro, porque “los muros son de piedra ostionera”, si bien indicó el mal estado del patio, que está apuntalado; las zonas comunes, los bajantes y las azoteas. “El principal problema es la infravivienda”, sentenció.
