Utilizar las tarjetas de fidelización que ofrecen supermercados e hipermercados tan solo permite ahorrar 32,48 euros de media al año, es decir, apenas el 0,8% del gasto total de una familia española en alimentación y bebida (4.098 euros), según un análisis realizado por la web Kelisto.es (www.kelisto.es), al que tuvo acceso Europa Press.
El informe analiza los datos de los 12 mayores centros de distribución del país por volumen de facturación y otros 15 establecimientos de menor tamaño, pero con presencia regional destacada, y examina cuál es el ahorro mínimo que un cliente podría obtener mediante el uso de tarjetas de fidelización con una política de descuentos regular y homogénea.
Por tanto, no tiene en cuenta las promociones puntuales o aquellas que varían en función del importe que abone el cliente.
En concreto, siete de los doce establecimientos analizados ofrecen tarjetas de fidelización a sus clientes, pero solo cuatro cuentan con una política de descuentos.
En el grupo de supermercados de menor tamaño, solo tres de los quince examinados cuentan con tarjetas de fidelización y únicamente dos, con una política de descuentos regular.
LA TARJETA DE EL CORTE INGLES, LA MAS ATRACTIVA.
La tarjeta de fidelización que ofrece un mayor ahorro al consumidor es la de El Corte Inglés, según se desprende del estudio.
Al contrario de lo que sucede en la mayoría de los casos, la compañía no devuelve un importe de las compras en su supermercado, sino que premia a sus clientes con un 4% del importe que gastan al repostar en gasolineras Repsol, Campsa y Petronor para que realicen compras en alimentación de El Corte Inglés, Hipercor, Supercor, Supercor Express y Opencor.
Con este programa, los usuarios pueden ahorrar, de media, 54 euros al año, lo que supone un 1,31% del gasto total que realiza una familia en este tipo de compras.
Por el contrario, la oferta menos atractiva, según Kelisto.es, es la de los supermercados El Árbol, cuya tarjeta 'Super Club' premia a sus clientes con cinco puntos por cada cinco euros de compra.
Mediante este sistema, al llegar a los 1.000 puntos, se obtiene un vale de 3,01 euros. En la práctica, esto supone un ahorro anual de 12,29 euros si se tiene en cuenta el gasto medio que los hogares españoles realizan en alimentación y bebida.
Ahora bien, esta cifra representa el mínimo que un consumidor podría obtener. La tarjeta de fidelización de esta cadena mejora su retribución a clientes según aumente la cantidad abonada.
Así, por compras superiores a 50 euros, la cantidad de puntos obtenidos se duplica y, si a final de mes las compras superan los 150 euros, los clientes reciben 450 puntos extra, explica el análisis.
La portavoz de Finanzas Personales de Kelisto.es, Estefanía González, ha subrayado que las tarjetas de fidelización que devuelven dinero u ofrecen rebajas en alimentación ofrecen descuentos "muy limitados", sobre todo si se comparan con los que se aplican en otros sectores.
"Mientras que en este área la tarjeta más atractiva (la del Corte Inglés) regala un 4% del importe, en electrónica, la tarjeta FNAC ofrece un 5%, mientras que en moda, los descuentos pueden llegar al 6% de Cortefiel y, en droguería, al 5% de Bodybell", explica González.
Además, las tarjetas de fidelización de supermercados e hipermercados ofrecen descuentos inferiores a los que se pueden obtener con las tarjetas de crédito ofertadas por las entidades financieras para compras en alimentación y bebidas.
Las devoluciones oscilan entre el 2% (las tarjetas Única Oro y Única Clásica, de Bankinter o la tarjeta Global Élite de Banco Popular) y el 5% (tarjeta Santander Plus, del Santander).
"Las tarjetas de crédito con rebajas o devoluciones también son medios de pago más flexibles porque permiten que el cliente pueda elegir el establecimiento donde los precios sean más económicos a la hora de llenar el carro de la compra. Ahora bien, su gran desventaja está en que -en la mayoría de los casos- exigen que la compra se realice a plazos", ha señalado la portavoz de Finazas Personales de Kelisto.es.
Las entidades aplican una TAE media del 21,48% en esta modalidad de pago aplazado, lo que, en opinión de González, "puede provocar que el descuento no merezca la pena".