Muchas son las incógnitas que quedan ante la huida, consensuada con Zapatero, de Manuel Chaves a Madrid. Pero dos cosas son claras, lo que nos deja aquí. Tras 19 años de gobierno ha sumido a nuestra tierra en la crisis económica más grave de la historia reciente, con más de un millón de parados para final de año. Y la falta de democracia es tan evidente que soportamos a diario una dictadura encubierta, la de un régimen clientelar, al que recubren con ropajes democráticos.
A su sucesor, Griñán, no sabemos si le dejarán manos libres para liderar un nuevo proyecto. Confiemos en que acabe con los tics autoritarios a que nos tienen acostumbrados.