Después de un largo proceso administrativo y judicial, en 2003, el Ministerio de Medio Ambiente declara la caducidad de los vertidos de fosfoyesos, posteriormente, en julio 2007, la Audiencia Nacional desestima el recurso de Fertiberia y falla a favor del Ministerio, y en diciembre de ese mismo año el Tribunal Supremo vuelve a fallar a favor de la caducidad, aun así la concesión de la AAI a Fertiberia se produjo el 28 de abril de 2008.
Ahora, después de varios anuncios públicos de produce la denuncia, una denuncia que, según una nota de prensa conjunta de las dos asociaciones, se basa en que “la Autorización se concedió en contra de informes desfavorables como la prohibición expresa del PGOU de Huelva de vertidos en esta zona”, aunque el Ayuntamiento de Huelva informó favorablemente sobre la concesión en julio de 2007.
Asimismo, las asociaciones denunciantes hacen referencia a la Dirección General de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, “que considera caducada la concesión para los depósitos de fosfoyesos”. Además, la Asociación Mesa de la Ría y De Amicitia aluden a recursos de Greenpeace, Ecologistas en Acción y Los Verdes, así como a “analíticas de la propia Junta de Andalucía sobre el carácter contaminante de los reboses de fosfoyesos”.
De igual modo, los dos colectivos incluyen el informe preparatorio del estudio epidemiológico de la Consejería de Salud que ya en 1989 “afirmaba el potencial contaminante de los fosfoyesos”, así como el estudio del laboratorio Criirad que habla de “radiactividad en las balsas”, además de un informe del Consejo de Seguridad Nuclear.
Vertidos que “llegan a la ría de Huelva”
Las asociaciones denunciantes aseguran también que la AAI se concedió contraviniendo la llamada Mejor Técnica Disponible, ya que “informes del Seprona indican los vertidos no son en circuito cerrado y llegan a la ría”. Este medio intentó, sin éxito, obtener una respuesta de la Consejería de Medio Ambiente.
