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Andalucía

El runrún, enésimo capítulo

La teoría de que Susana Díaz anunciará que concurre a las primarias para batallar por el puesto de Pedro Sánchez gana adeptos. Si diese el paso debe comunicarlo antes del 11 de abril, aunque hacerse con un partido dañado tras el 26J y quizás no poder compatibilizar con la Junta le harían dudar...

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  • Díaz y Sánchez, en campaña -

Susana Díaz podría estar fraguando en plena Semana Santa su asalto definitivo a Ferraz. Podría, conjugado en condicional, porque los supuestos intentos por instalarse en la Secretaría General del PSOE desde que escaló hasta la máxima cota del poder del partido en Andalucía y en la Junta han estado tan plagados de amagos y cortocircuitos de última hora que al final quizás todo quede de nuevo cubierto por el siempre socorrido manto de las “elucubraciones periodísticas”.

La presidenta jamás se ha postulado en público para sustituir a Pedro Sánchez, insisten sus más fieles escuderos, pero tampoco ha dado portazo jamás a la posibilidad, moviéndose en una calculada ambigüedad que alimenta esas mismas especulaciones. Esta vez, sin embargo, los rumores se multiplican por obra y gracia del gigantesco laberinto de la gobernabilidad nacional. Quizás ahora el gigantesco órdago de asumir las riendas del PSOE nacional vaya en serio.

Salvo desconvocatoria de última hora, los tiempos están fijados. Los socialistas celebrarán primarias el 8 de mayo para elegir a su secretario general y Sánchez ya anunció nada más conocer su derrota electoral que se presentaría. Quien quiera competir con él está obligado a postularse antes del 11 de abril, por lo que a Susana Díaz apenas le quedarían 20 días para decidirse. Luego llegarían la recogida de avales, la campaña y la proclamación en el congreso ordinario del 22 al 24 de mayo.


El problema no es que el PSOE someta su dirección a renovación, sino que la fecha que eligió en diciembre para hacerlo se le ha solapado ahora con la resolución del gran quebradero de cabeza de su líder: lograr formar Gobierno. El tope legal para evitar las nuevas elecciones es el 2 de mayo, por lo que Sánchez se vería en el aprieto durante dos semanas de desdoblarse entre la faena institucional y la de partido. Y en Ferraz insisten en que se niega a aplazar el cónclave del PSOE porque de hacerlo airearía su fracaso de alcanzar La Moncloa.

“Lo estará pensando, pero de ahí a que lo intente...”, sostiene un cargo cercano a Sánchez sobre la estrategia de Díaz. Por su cabeza deben de circular demasiadas dudas: ¿es asumible el riesgo de liderar un partido que volviese a perder el 26J ante el PP? Y más aún: ¿consentiría el PSOE que compatibilizara la Secretaría General y San Telmo?

El discurso del PSOE-A, inmutable...

El PSOE-A lanza balones fuera, aunque ya sin mucho éxito. La respuesta a si Díaz tiene la mente puesta en Ferraz es siempre coincidente: “Está centrada en la Junta y de ello dan fe la cantidad de iniciativas legislativas y su intensa agenda”. El argumento se oyó este martes por partida doble: en Madrid, de boca de Miguel Ángel Heredia, uno de sus peones en la capital; y en Sevilla, de la de Miguel Ángel Vázquez, portavoz del Ejecutivo. El problema es que en dos ocasiones, en sólo tres días, Sánchez no ha descartado que Díaz esté velando armas.

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