Este proyecto, al que el Consistorio denomina Palacio Metropolitano de Espectáculos, es el que más rechazo ha concitado hasta el momento en el periodo de revisión del PGOU. De hecho, de las 820 alegaciones recibidas, alrededor de medio millar aproximadamente abogaban por la supresión del futuro edificio.
Según el documento, el centro resultante contará con capacidad para 8.000 o 10.000 personas y acogerá en su interior una gran zona comercial de 17.000 metros cuadrados, con otros 16.000 para aparcamientos. Pero, a juicio del colectivo mencionado, esta infraestructura sólo constituirá “una plaza de tortura más”.
La plataforma admite en sus alegaciones la necesidad que tiene la capital de espacios para eventos culturales. No obstante, se opone radicalmente a que ese déficit se cubra con instalaciones donde “se amparan corridas taurinas que atentan contra la sensibilidad de mucha gente”. Y acusa al Gobierno local de plegarse a la voluntad de grupos de presión “no representativos de los intereses de la ciudadanía” y de “camuflar con artimañas” una iniciativa que únicamente servirá, a su entender, para “dañar la imagen de Cádiz”. Una situación que sus miembros pretenden evitar ahora mediante la presión social en la calle.