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Leche, ¿sí o no?

Datos para conocer lo bueno y lo malo de este líquido

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Cada día nos alejamos más de nuestro auténtico camino, nuestro verdadero estilo de vida. El mundo se hace más sedentario, más cómodo, más incomunicado en esta era de la comunicación, o lo que yo denomino la “era de la comunicación incomunicada”. Todo esto es una verdad latente. Somos más en el planeta Tierra, no importan que los métodos de producción sean o no ortodoxos, da igual adulterar lo que sea con tal de generar ingresos.

¿Vamos a mejor o a peor? Quizás mejoremos algunos aspectos puntuales, pero la realidad es que diariamente ingerimos toxinas, inhalamos toxinas, toxinas que se acumulan y que debemos eliminar. En cierta ocasión un cliente de nuestro herbolario, corredor de fondo, nos propuso esta teoría: “No bebo leche porque no he visto a ningún mamífero que después del destete continué la lactancia”.


Efectivamente tenía razón, no sólo cambió mi forma de pensar respecto a la leche, sino que además me preocupé de investigar más acerca de ese líquido blanco, sus derivados y sus consecuencias.

Hoy hablamos de ... la leche 

El Dr. Norman W. Walker ya hace referencia desde hace años al problema que existe entre caseína y problemas tiroideos, de los restos de penicilina y antibióticos que llegan en estos productos, restos que una persona sana no debería tomar. Por otra parte, Harvey y Marilyn Diamond nos cuentan mucho acerca de este dilema, de los cuales he aprendido mucho. Os recomiendo su libro la ‘Anti-dieta’. Os mostraré algunos datos significativos que como poco os harán dudar y ver las cosas de otra manera. Todo mamífero tiene un período de lactancia natural que una vez terminado no reanuda jamás, ni se le ocurriría mamar de otro animal de raza diferente. El hombre es el único mamífero que comete ese error, ya que una vez terminado su período de lactancia se le ocurre seguir mamando de otro animal como es la vaca. El supuesto aporte de calcio que nos dicen de la leche de vaca es una contradicción porque la leche es un alimento acidificante, cuando llega al organismo hace que este utilice su propio calcio como neutralizante de este ácido. Por todo esto el calcio que se ingiere derivado de la leche no es más que un pequeño aporte, ya que el cuerpo utiliza el que ya tiene almacenado para lo descrito anteriormente.

Consejo 1: ¿Queréis absorber más calcio? Abandonad el uso continuado de bebidas bicarbonatadas como la cola. Su contenido en fósforo ayuda a que se elimine calcio. Las carnes muy grasas o la sal también dificultan su absorción. Por ejemplo, un vaso de leche (200ml) contiene unos 250 mg de calcio. 100 gr de sésamo contienen 670 mg de calcio, y se puede hacer superbiodisponible.

Consejo 2: No debemos abusar del consumo de calcio, pues ello podría conllevar problemas con el riñón. ¿Molestias en el riñón? Una mezcla de arenaria, cola de caballo y abedul, con mayor parte de arenaria, se tomará tres veces al día.

Aprendiendo a comer

Dos son las enzimas que hacen falta para descomponer la leche, la renina y la lactasa, enzimas que normalmente se pierden a los 3 años de edad.

La caseína es una fosfoproteína que contiene la mayor parte de la proteína de la leche y la base del queso, sustancia que se utiliza para que los huesos sean más grandes.

Cuando la caseína llega al estómago se coagula, estos coágulos llegan al intestino, fijándose e impidiendo la absorción de otros nutrientes, estos coágulos se convierten en mucus-tóxico permaneciendo en el cuerpo más tiempo de lo normal y haciendo que el cuerpo utilice el doble de energía para poder deshacerse de ellos.

Datos curiosos: ¿Sabía que la caseína es el compuesto base de un fuerte adhesivo utilizado en carpintería?
El único producto lácteo no acidificante sería la mantequilla ya que es grasa y la grasa es neutra.

Pero la grasa retarda la absorción de las proteínas. Si el calcio aproximado que necesitan hombres y mujeres de entre 25 y 65 es de 1000 milígramos…¿Por qué más calcio de lo normal? Alimentos como los vegetales de hoja verde oscuro, nueces, sésamo, almendras, etc..contienen calcio de buena biodisponibilidad. No sólo es el calcio, sino el ayudante que necesita para que se absorban (vitamina D, magnesio, vitamina b6…)


Desde la montaña

Si observamos con detenimiento la velocidad a la que se mueve nuestro mundo, nos daría miedo todo lo que dejamos atrás, o todo lo que, por nuestra prisa diaria, dejamos de valorar, de mirar, de apreciar. Cada día se producen milagros y no nos damos cuenta. Cada día mueren y nacen organismos vivos, la vida se abre camino con o sin ayuda. Despreciamos nuestra propia capacidad curativa, ignorándola y sustituyéndola por una caja de analgésicos o por la perdida de nuestra autoestima. Nos preocupan cosas más vanales, más materiales, más consumistas. Estamos atados por millones de cadenas invisibles que nos impiden volar y realizar nuestros deseos, nuestra forma de vida deseada. Olvidamos comunicarnos con la gente cara a cara. Olvidamos amar por temor al que dirán. Dar un beso a alguien, a quien quieres, por cariño, por amistad, por amor. Todo son manifestaciones de lo mismo. Nos preocupa dar un abrazo a nuestro amigo/a por lo que puedan decir. Hay más energía, capacidad curativa, y por qué no, “magia” en el amor, que en toda la sabiduría humana y en todo el universo juntos.

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