Una vida consagrada a su amor por el fútbol
Homenaje la semana que viene en los museos de la Atalaya
El próximo sábado, 1 de agosto, los Museos de la Atalaya serán escenario de un cálido homenaje a Rafael Verdú Fernández, presidente de honor del Xerez CD. Cientos de amigos se darán cita en esta cena que, organizada por el Club de Amigos Alfredo Café y Copas con la colaboración de otras entidades sociales, deportivas e institucionales, reconocerá la dilatada vida de un hombre con una trayectoria deportiva envidiable y un recorrido humano sin parangón. En paralelo, la paralelo se ha inaugurado en Alfredo Café y Copas una exposición de fotografías en la que se hace un recorrido visual a la trayectoria futbolística de Rafa Verdú. Una muestra que podrá verse el día del homenaje en el lugar de la cena.
Jugador del Real Madrid en la temporada 49/50, Rafa Verdú militó en otros equipos como el Plus Ultra, Cuatro Caminos, Levante, Córdoba y el Xerez, al que igualmente entrenó. Es presidente de honor de la Federación de Peñas Xerecistas e igualmente preside la Asociación de Jugadores Veteranos de este equipo azulino.
El precio de la cena homenaje del 1 de agosto es de 35 euros y los beneficios irán destinados a la Bolsa de Caridad de la Virgen del Valle, Asociación Alzheimer y Hogar la Salle. Las invitaciones pueden adquirirse en Alfredo Café Copas, Casa Juan Carlos y en el Gallo Azul.
Los inicios
Rafael Verdú Fernández nació en Madrid el 23 de diciembre de 1927. Desde muy temprana edad se vio atrapado por el fútbol. Los primeros pasos en este deporte los dio con tan sólo 16 años jugando en el equipo de los Salesianos. Un año después, en la temporada 1944/45, fue fichado por el Cuatro Caminos, equipo que entonces militaba en la Primera Regional y que, pocos años después, se convirtió en filial del Real Madrid. Allí permaneció dos temporadas en las que, anecdóticamente, cobró como sueldo un par de zapatos y un traje.
El salto a la profesionalidad
La temporada 1946/47 marcó el inicio de la carrera profesional de Rafael Verdú con su llegada al Plus Ultra, equipo de la Tercera División en el que jugó hasta la temporada 49/50, coincidiendo con su ascenso a la División de Plata. Pero Verdú sólo pudo jugar media temporada en Segunda, ya que los ojeadores del Real Madrid se pararon en él y lo ficharon para el primer equipo cobrando 50.000 pesetas al año y debutando con un triunfo en casa del Fútbol Club Barcelona, en el campo de Les Corts, por un 2-3. En el equipo merengue tuvo como compañeros a los legendarios Miguel Muñoz, Molowny o Paiño, entre otros. Un año después, en la temporada 50/51, fue traspasado al Córdoba que militaba en la Segunda División, aunque una grave rotura del peroné le impidió continuar con su juego justo a mitad del campeonato.
Su llegada al Xerez
Y fue entonces cuando el Xerez Club Deportivo se cruzó en su camino. Fue en la temporada 53/54, precisamente la del ascenso a Segunda del equipo azulino. Allí permaneció varios años hasta que en fue fichado por el Levante; escuadra que igualmente militaba en la División de Plata y en la que jugó durante las temporadas 1957/58 y 1958/59. Rafael Verdú regresó a un Xerez ya descendido a la Tercera División en 1959. En este equipo xerecista finalizó su periplo como jugador profesional de fútbol en la temporada 1961/62, a consecuencia de una grave lesión de tibia y peroné que se produjo mientras disputaba un partido contra el Ayamonte.
Cambio de rumbo
La citada lesión le obligó a dejar la práctica del fútbol profesional al que había dedicado toda su vida, pero su afición a este deporte era demasiado intensa y regresó durante las temporadas 63/64 y 64/65 para entrenar al primer equipo del Xerez y a los juveniles, respectivamente. En 1965 inició otra andadura profesional alejada de los terrenos de juego. Sin embargo, nunca perdió su contacto con el fútbol, y por ello regresó otra vez al Xerez en la temporada 96/97. Fue en calidad de consejero del club y precisamente fue en otra época de triunfo xerecista. Y es que su llegada coincidió con el ascenso de los azulinos a la Segunda División cuando era entrenado por Carlos Orúe. Ya no se ha marchado, como el Xerez no ha abandonado la Segunda hasta esta temporada, en la que se ha consumado su mayor éxito, el ascenso a Primera. Y su presidente de honor ha estado aquí para verlo.
Su hijo Rafa
Tanto amó el deporte rey Rafael Verdú que se lo inculcó desde pequeño a su hijo Rafael, quien siguió sus pasos deportivos. Tal es así que el vástago llegó a jugar cuatro años en los juveniles del Real Madrid. De hecho, fue 10 veces internacional juvenil teniendo como compañeros a Arconada, Juanito, Camacho o Satrústegui, entre otros, en el vestuario. Rafa Verdú militó también en otros equipos como el Castilla, el Albacete, El Plata, Portuense o el propio Xerez en Segunda División.
Rafael verdú hoy
En la actualidad, Rafael Verdú Fernández continua ligado al Xerez C.D. como consejero, pero sin embargo, posee el número 124 en el carné de veteranos del Real Madrid. Es presidente de honor del Xerez, título que comparte con el de la Federación de Peñas Xerecistas, e igualmente preside la Asociación de Jugadores Veteranos del club azulino. Su amor por el Xerez le lleva a asistir a todos los compromisos ligueros, tanto en el Estadio de Chapín como en cualquier escenario de la Segunda División, hasta ahora. La próxima temporada seguirá al equipo de la ciudad en la que decidió vivir en su periplo por la Primera División. Por su dilatada unión y por su inmenso amor a los colores azulinos, la afición y el equipo le rindieron merecido homenaje en el estadio municipal durante los actos de festejos del histórico ascenso del club a la liga de las estrellas. Como es lo es y lo ha sido, ahora le llega este cálido homenaje de todos.
Jugador del Real Madrid en la temporada 49/50, Rafa Verdú militó en otros equipos como el Plus Ultra, Cuatro Caminos, Levante, Córdoba y el Xerez, al que igualmente entrenó. Es presidente de honor de la Federación de Peñas Xerecistas e igualmente preside la Asociación de Jugadores Veteranos de este equipo azulino.
El precio de la cena homenaje del 1 de agosto es de 35 euros y los beneficios irán destinados a la Bolsa de Caridad de la Virgen del Valle, Asociación Alzheimer y Hogar la Salle. Las invitaciones pueden adquirirse en Alfredo Café Copas, Casa Juan Carlos y en el Gallo Azul.
Los inicios
Rafael Verdú Fernández nació en Madrid el 23 de diciembre de 1927. Desde muy temprana edad se vio atrapado por el fútbol. Los primeros pasos en este deporte los dio con tan sólo 16 años jugando en el equipo de los Salesianos. Un año después, en la temporada 1944/45, fue fichado por el Cuatro Caminos, equipo que entonces militaba en la Primera Regional y que, pocos años después, se convirtió en filial del Real Madrid. Allí permaneció dos temporadas en las que, anecdóticamente, cobró como sueldo un par de zapatos y un traje.
El salto a la profesionalidad
La temporada 1946/47 marcó el inicio de la carrera profesional de Rafael Verdú con su llegada al Plus Ultra, equipo de la Tercera División en el que jugó hasta la temporada 49/50, coincidiendo con su ascenso a la División de Plata. Pero Verdú sólo pudo jugar media temporada en Segunda, ya que los ojeadores del Real Madrid se pararon en él y lo ficharon para el primer equipo cobrando 50.000 pesetas al año y debutando con un triunfo en casa del Fútbol Club Barcelona, en el campo de Les Corts, por un 2-3. En el equipo merengue tuvo como compañeros a los legendarios Miguel Muñoz, Molowny o Paiño, entre otros. Un año después, en la temporada 50/51, fue traspasado al Córdoba que militaba en la Segunda División, aunque una grave rotura del peroné le impidió continuar con su juego justo a mitad del campeonato.
Su llegada al Xerez
Y fue entonces cuando el Xerez Club Deportivo se cruzó en su camino. Fue en la temporada 53/54, precisamente la del ascenso a Segunda del equipo azulino. Allí permaneció varios años hasta que en fue fichado por el Levante; escuadra que igualmente militaba en la División de Plata y en la que jugó durante las temporadas 1957/58 y 1958/59. Rafael Verdú regresó a un Xerez ya descendido a la Tercera División en 1959. En este equipo xerecista finalizó su periplo como jugador profesional de fútbol en la temporada 1961/62, a consecuencia de una grave lesión de tibia y peroné que se produjo mientras disputaba un partido contra el Ayamonte.
Cambio de rumbo
La citada lesión le obligó a dejar la práctica del fútbol profesional al que había dedicado toda su vida, pero su afición a este deporte era demasiado intensa y regresó durante las temporadas 63/64 y 64/65 para entrenar al primer equipo del Xerez y a los juveniles, respectivamente. En 1965 inició otra andadura profesional alejada de los terrenos de juego. Sin embargo, nunca perdió su contacto con el fútbol, y por ello regresó otra vez al Xerez en la temporada 96/97. Fue en calidad de consejero del club y precisamente fue en otra época de triunfo xerecista. Y es que su llegada coincidió con el ascenso de los azulinos a la Segunda División cuando era entrenado por Carlos Orúe. Ya no se ha marchado, como el Xerez no ha abandonado la Segunda hasta esta temporada, en la que se ha consumado su mayor éxito, el ascenso a Primera. Y su presidente de honor ha estado aquí para verlo.
Su hijo Rafa
Tanto amó el deporte rey Rafael Verdú que se lo inculcó desde pequeño a su hijo Rafael, quien siguió sus pasos deportivos. Tal es así que el vástago llegó a jugar cuatro años en los juveniles del Real Madrid. De hecho, fue 10 veces internacional juvenil teniendo como compañeros a Arconada, Juanito, Camacho o Satrústegui, entre otros, en el vestuario. Rafa Verdú militó también en otros equipos como el Castilla, el Albacete, El Plata, Portuense o el propio Xerez en Segunda División.
Rafael verdú hoy
En la actualidad, Rafael Verdú Fernández continua ligado al Xerez C.D. como consejero, pero sin embargo, posee el número 124 en el carné de veteranos del Real Madrid. Es presidente de honor del Xerez, título que comparte con el de la Federación de Peñas Xerecistas, e igualmente preside la Asociación de Jugadores Veteranos del club azulino. Su amor por el Xerez le lleva a asistir a todos los compromisos ligueros, tanto en el Estadio de Chapín como en cualquier escenario de la Segunda División, hasta ahora. La próxima temporada seguirá al equipo de la ciudad en la que decidió vivir en su periplo por la Primera División. Por su dilatada unión y por su inmenso amor a los colores azulinos, la afición y el equipo le rindieron merecido homenaje en el estadio municipal durante los actos de festejos del histórico ascenso del club a la liga de las estrellas. Como es lo es y lo ha sido, ahora le llega este cálido homenaje de todos.
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