La Junta de Andalucía y el Gobierno central están dispuestos a terminar el año enzarzados en una confrontación entre administraciones a cuenta, como siempre, del dinero. El Gobierno acusa a la Junta de gastar más dinero del que se había estipulado para volver a la senda del equilibrio presupuestario, y le echa en cara también que tendrá que construir 31 depuradoras por la inacción de la administración andaluza.
La Junta ha entrado al trapo de todo, básicamente diciendo que no es verdad nada de lo que le reprocha el Ejecutivo de Rajoy. Según la Junta, ni se ha incumplido la regla de gasto, ni las depuradoras que va a construir el Gobierno le correspondían a la Junta.
Susana Díaz dijo ayer que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, “llega ya tarde y mal”, en referencia al requerimiento del Ministerio para que Andalucía y otras nueve comunidades autónomas se ajusten al objetivo de déficit, que se ha producido “cuando Andalucía había hecho ya sus deberes”. Según Díaz, la comunidad lleva tres años consecutivos cumpliendo el objetivo de déficit, su deuda está por debajo de la media española, y va a cerrar el año con el PIB medio punto por encima de lo previsto en enero.
El vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, retó al Ministerio de Hacienda a “demostrar” que Andalucía no ha cumplido con la regla de gasto.
En las cartas remitidas a los interventores generales de Murcia, Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana, Baleares, Navarra, Castilla-La Mancha, Cantabria, Extremadura y Aragón, Hacienda alerta de que, del análisis de los datos de ejecución presupuestaria y del gasto computable a estas comunidades, se ha apreciado una evolución que “podría poner en un posible riesgo” el cumplimiento de la regla de gasto.
“Somos fieles cumplidores”, dijo Jiménez Barrio, “lo hemos demostrado año tras año”, e instó al Ministerio a explicar por qué a pocos días de que termine el año lanza su advertencia, que calificó de “extemporánea”.
Por su parte, el presidente del PP-A, Juanma Moreno, lamentó que la consejera María Jesús Montero, y la propia presidenta hayan “faltado a la verdad” asegurando que Andalucía cumple con el objetivo de gasto. Según Moreno, la llamada de atención de Montoro evidencia “una falta de capacidad de gestión del Gobierno de la Junta, que ha tenido que ser advertido por el Gobierno de España”.