Seis años más

La consejera de Salud, Marina Álvarez, anunció ayer que Málaga contará con un nuevo hospital y que sus obras podrían licitarse el próximo año. Su construcción podría tardar cinco años. Es decir, los malagueños tendremos que esperar seis años para verlo. ¿Y mientras? Lo cierto es que la espera no será de seis años, porque la provincia lleva ya años esperando el tercer hospital.  Recordemos, que esta obra ya fue prometida en 2007 y en 2009. Es decir, ya estaría en funcionamiento. Digamos que la razón del aplazamiento fue la crisis económica. Y es cierto, en parte. Pero ya toca. El proyecto ha sido bien acogido por médicos y colectivos de pacientes, que piden que se cumplan los plazos, porque los malagueños no perdonarán que, después de tanto tiempo de espera, la iniciativa quedara de nuevo en un cajón. El presidente de la Diputación, que se comprometió ayer a ceder los terrenos situados tras el Hospital Materno Infantil de la capital para la construcción del nuevo complejo, pone algunas condiciones sobre la mesa. Pide un suelo alternativo a la Junta, para ubicar los servicios que actualmente se prestan en estos terrenos: la Casa Ronald McDonald, el centro de innovación social La Noria, la antigua guardería provincial y el centro de discapacitados psíquicos Virgen de la Esperanza. Además, Bendodo, solicita garantía presupuestaria, el cumplimiento de los plazos, y un “Chare” en la zona Este, probablemente la que tiene a más distancia tanto un hospital como un Centro Hospitalario de Alta Resolución. La respuesta a esto último por parte de la consejería fue la ampliación de las prestaciones del Centro de Salud de El Palo, algo que la Asociación de Vecinos de la zona, lleva años pidiendo, por cierto. Una larga precampaña electoral no ha hecho más que empezar, y mucho me temo que PSOE y PP se tendrán que currar más la promesa y la prometida colaboración. De lo contrario, la credibilidad de ambas formaciones en Málaga quedará herida. Para unos por el retraso y para otros por usar un tema como arma arrojadiza en el Parlamento y luego poner trabas… Esto no ha hecho más que empezar. Ojalá me equivoque.