La Fundación Unicaja ha anunciado la adquisición de 4.570 páginas de los hermanos Machado. Un importantísimo legado que incluye una obra teatral inédita así como abundantísima documentación que enriquecerá, sin duda alguna, el estudio y análisis sobre la obra de ambos escritores y que se une al material que tiempo atrás también compró dicha entidad a los herederos y que alcanzaba otros 900 manuscritos. Además del valor cultural que tiene en sí la recuperación de este patrimonio, lo más relevante tal vez sea destacar que todo quedará expuesto en Sevilla, ciudad natal de ambos autores, en un inmueble de la Avenida de la Palmera, en donde se ubicará la sede de dicha Fundación. De esta forma, la capital andaluza contará con un nuevo centro cultural desde el que desplegará la entidad presidida por Braulio Medel toda su prolija programación. Estamos ante una feliz noticia que viene a dar cuenta del relevante papel que juegan instituciones de este tipo para la dinamización cultural de nuestra comunidad, tarea que no sólo debe corresponder a la administración pública sino que, igualmente, debe recaer, en menor o mayor grado, sobe toda la sociedad andaluza.
Este logro se une al extraordinario balance que hemos conocido estos días de la Fundación Cajasol, presidida por Antonio Pulido. Se considera que más de un millón de personas se han beneficiado o disfrutado de su labor a lo largo de 2017. Un trabajo que va desde el ámbito social, económico, formación o la estrictamente cultural. En total, más de 7.000 iniciativas que se han desarrollado, fundamentalmente, en la parte occidental de la región aunque el propio Pulido ya ha adelantado que en este ejercicio se incrementará la presencia en el resto del territorio. En este sentido, conviene resaltar el acuerdo que ha alcanzado con la Fundación Caja Granada para llevar a cabo otras actuaciones de forma conjunta. Dado los escasos recursos con los que ha quedado esta organización, tras la integración de BMN en Bankia, que se ha desentendido de la misma, la confluencia establecida debe contribuir a que no quede mermada la oferta cultural dirigida a los granadinos que no tienen culpa alguna de la pésima gestión que hicieron en su momento los rectores de la extinta Caja de Granada.
Sumen a todo esto, la reciente activación de la Fundación Lorca en la propia ciudad de la Alhambra, junto a la poderosa trayectoria andaluza de la Fundación la Caixa, y otras de menor dimensión pero igualmente activísimas, para llegar a la conclusión de que estamos de enhorabuena. En tiempos de escasez de recursos públicos el concurso de este tipo de entidades vienea mejorar la propuesta cultural y social que ofrecer a los andaluces. Es necesario que se sepa y se valore en justa medida.
