“No nos falles, no nos falles”, le gritaban muchos españoles a José Luis Rodríguez Zapatero, en Ferraz, la noche del 14 de marzo de 2004, después de la tragedia del 11-M y las mentiras del PP, en la gestión de las primeras horas tras aquel fatídico atentado. Unos años después, y tras tardar el gobierno socialista en reconocer la crisis económica, las urnas le pasaron una dura factura, por eso. Por fallara la ciudadanía.
“Que no, que nos representan”, cantaban miles de ciudadanos en Sol en Madrid, en el 15-M y en aquellas manifestaciones, que rodearon el Congreso de los Diputados hace un tiempo. Y ese “no nos representan”, se refería a la clase política. A lo que llamaban “casta” ¡Cómo pasa el tiempo! ¡A qué velocidad va la actualidad! ¿Se acuerdan de aquello? ¿Alguien se ha olvidado?
En los últimos días, la mejor cortina de humo para el caso Cifuentes, el debate de los presupuestos, la gestión de la crisis catalana o la paralización de lapolítica apareció en forma de chalé de 600 mil euros, que los líderes de Podemos, Pablo Iglesias e Irene Montero, se han comprado, y por la que pagarán unos 1600 euros al mes, dicen que 800 cada uno, como cualquier familia, dicen.
¿Hay dos diputados en tu casaque puedan permitirse esa hipoteca? ¿Puedes asumir tu hipoteca y vivir medio bien? ¿Te dieron un préstamo fácilmente? ¿Te representan ahora? ¿Operan ustedes en el banco en el que tienen la hipoteca? Como todos, tendrán, por obligación, la nómina, ¿no?
Vaya por delante, que los líderes de Podemos, que acogieron en sus filas a la asociación, que tanto luchó contra los desahucios, están en su derecho de comprar, con su sueldo la vivienda que quieran y donde quieran. Hasta ahí, totalmente de acuerdo.
Pero, el problema aquí es la falta de coherencia. Hace un tiempo, estos líderes, escribían en Twitter mensajes en los que criticaban a otros representantes por adquirir una vivienda de un precio similar. Sí, la coherencia en política, como dice una colega, que ahora cuenta en política. Como contó en 2004 y en 2011. Y más en una sociedad más formada e informada que nunca. Y ojo, que los refrendos los carga el diablo. El lunes sabremos.
