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Fernando Polanco: ?Me encanta el cine de terror maduro, la buena ciencia ficción?

La inspiración del corto La belleza de la señora patata llega con un artículo periodístico sobre Michel Maure

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  • Fernando Polanco posa frente a un cartel de una película.
Fernando Polanco Muñoz es un joven estudiante de la Escac (Escola de Cinema i Audiovisuals de Catalunya) desde hace tres años, por lo que reside en Barcelona para cumplir su sueño, convertirse en el director y guionista que ya es gracias a su talento personal, a falta de un año para acabar sus estudios. A sus 21 años, la semana pasada tuvo el gusto de presentar su nuevo cortometraje La belleza de la señora patata, una sátira gore-cómica, en multicines Bahía Mar. El cine mueve su vida, por lo que confirma que su vida laboral y particular están bastante relacionadas. Con todo, entre otras aficiones señala el rugby o la literatura.

—¿Cómo llegó a formular su nuevo corto, ‘La belleza de la señora patata’?
—La inspiración del corto llega con un artículo periodístico sobre Michel Maure, un cirujano francés que, en su clínica clandestina y a precios irrisorios, se dedicaba a malformar a mujeres en quirófano. Tras la lectura comencé a reflexionar por los motivos de este pobre hombre. ¿Realmente creía en lo que hacía?. Y llegué a la conclusión de que, quizás, simplemente, su lectura de la belleza canónica difería de la del resto de la humanidad. Quizás se había propuesto implantar su nuevo modelo de belleza en la sociedad. Y así nació uno de los personajes principales, el doctor Jean Claude, un chiflado a lo Jerry Lewis.

—¿Cómo ha encajado la proyección de su nuevo corto en Bahía Mar?
—La proyección me ha dejado muy sorprendido. La respuesta del público ha sido fabulosa, más de ciento cincuenta personas se acercaron un sábado a las cinco de la tarde en pleno verano, sacrificando la siesta o la playa, flipante. La acogida del corto fue buena, todos captaron mi intención.

—¿Cómo comenzó su interés por el mundo del audiovisual?
—Mi ‘carrera’ como director y guionista comenzó cuando cursaba Bachillerato y realicé por mi cuenta tres cortometrajes, 6 de noviembre, premiado en Algeciras, Fumar mata y Discronías de un espejo de baño, ambos inacabados. Ese premio y que me editaran el Bilbao mi primer relato corto Edgar sigue buscando chocolate en la playa fueron los desencadenantes para que hiciera las maletas y me fuera a Cataluña. Desde hace tres años me dedico exclusivamente a escribir y rodar y desde hace un año especialmente a escribir guiones, pues me he especializado en eso.

—¿Sus referentes?
—Si tengo que mencionar referentes no puedo dejar de empezar por El maquinista, de Brad Anderson, que me hizo descubrir a David Cronenberg, Lynch y a Polanski. De estos tres destacar películas como Videodrome, La mosca, Cabeza borradora, Repulsión, Inseperables, Crash, La semilla del mal, Cul de sac y dejo de nombrar porque todas me llevan a lo mismo, un tipo de películas de atmósfera, de personajes encerrados en sí mismos y en constante mutación depresiva. Me encanta este tipo de cine, el de terror maduro, la buena ciencia ficción, el fantástico que remueve por dentro.

—¿Cree que es complicado hacerse un hueco en el mundo del cine? A pesar de ser estudiante ya ha probado las mieles de poder ver el resultado de la proyección de una de sus obras...
—Puedo decirte que aún no lo sé, puesto que aún me queda un año de estudios, pero adivino que será complicado. Pero lucharé por encontrar un huequecillo en el mundo televisivo para tener un sueldo. A nivel de Andalucía hay más problemas todavía, lógicamente. Todo lo que no sea Madrid o Barcelona, tristemente, está a la cola de lo audiovisual.

—¿Tiene menos garantías de sobrevivir o de tener espectadores siendo un tipo de cine menos masivo?
—Creo que aunque no sea cine masivo o comercial, tiene su público, y es a lo que tenderá el audiovisual en un futuro, a especializarse. El público estará cada vez más segmentado. Esto es debido a la llegada de la TDT y sus canales monotemáticos y a internet. Antes uno se trabaga lo que le pusieran, pero hoy uno escoge lo que quiere ver y consumir.

—¿Siempre se relaciona a los jóvenes con esta tipología?
—En concreto, la juventud está más preparada para este tipo de cortos, de hecho es su público potencial.

—¿El Puerto y su programación cultural o juvenil ayuda a que profesionales como usted puedan verse reflejados en la misma?
—El Puerto tiene grandes actividades de cultura, sobre todo en verano. El Festival de Teatro de Comedias o el cineclub en Safa son grandes ejemplos, pero está claro que nunca está de más incitar más a la exhibición a la creación desde la juventud.

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