Anaitasuna, 30. Armand Torrego, Alejandro Sánchez, David Rodríguez (2, 1p), Egozcue (3), Carlos Grau (3), Javier Humet (1), Alejandro Valdivieso, Mikel redondo, Víctor Aldunate (2), Carlos Chocarro (7), Muiña (7, 2p), Mikel Unanue (1), José Manuel García (3, 1p) y Johansson (1).
Parciales: 4-2, 6-4, 7-5, 9-8, 11-11, 14-13 (descanso), 16-15, 19-16, 19-20, 21-23, 23-26 y 26 30.
Árbitros: Blázquez García y Valero Terrón de Valencia. Excluyeron a los locales Toni Fernández (2), Guirado, Guillermo de la Sierra y Quique Pérez (2) y Por los visitantes a Egozcue, Carlos Grau (2) y Mikel Redondo. Sí algún equipo fue beneficiado, ese fue el conjunto pamplonica, que en los momentos donde estaba perdido y entregado, fue reflotado por una decisiones que sin duda alguna perjudicaron de manera notable a los pontanenses.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la División de Honor Plata, celebrado en el Pabellón Municipal “Alcalde Miguel Salas”. Más de trescientos cincuenta aficionados, que animaron continuamente a su equipo.
El conjunto pontano comenzó muy enchufado, mientras que los pamplonicas se vieron sorprendidos por el buen hacer tanto defensivo como ofensivo de los de Puente Genil. De salida y en los cinco primeros minutos, Ollero y Javier Jiménez era los encargados de adelantar en el marcador a los pontanenses, el tiempo y ritmo del encuentro lo marcaban por completo los jugadores pontanenses, donde Paco Chirosa estaba magistral en la portería, la defensa a un gran nivel y un ataque que cumplía, hizo que la mínimas diferencias siempre fueran para el Ángel Ximénez, sólo las perdidas de balón del ataque pontanés, hizo que no fuese todo redondo, de no haber habido esos errores, la diferencia al descanso hubiese sido de al menos cuatro goles.
La intensidad en el juego y la efectividad de cara al marco de Arman Torrego, subía enteros en los diez primeros minutos del segundo periodo, llegando a tener una máxima ventaja de tres goles. A partir de aquí llegaron diez minutos fatídicos, donde las perdidas de balones en ataque, unido al poco acierto de cara a la portería contraria, junto a las decisiones arbitrales que beneficiaron a los navarros, hizo que el marcador diera un vuelco, aunque en ningún momento la ventajas visitantes fueron más allá de lo dos goles.
A un Anaitasuna que lo mantuvo vivo en el partido las acciones ofensivas de Cachorro, Muiñas y las decisiones arbitrales. Los diez últimos minutos fueron un querer pero no poder de los pontanenses que vieron como el Anatisasuna, más experimentado, marco el tiempo de partido para finalizar ganando. Un marcador que nos resulta demasiado castigo para el trabajo y juego que desplegó el Ángel Ximénez, que sin duda alguna realizó un soberbio encuentro. Al menos nos queda el consuelo de que el equipo ha dado un giro radical, y ahora si que vemos a unos jugadores que son capaces de todo.