Un inmenso suspiro de alivio recorrió la geografía de este país en la noche del 28 de abril. Porque para mucha gente lo que se votaba era progreso o involución y existía enorme preocupación porque la extrema derecha en el gobierno terminara de desmantelar derechos y libertades retrotrayéndonos a tiempos oscuros.
Aunque ya hemos podido leer mil análisis, sigue siendo bueno reflexionar sobre lo que ha pasado. Y la primera constatación es que la sociedad española es mucho más razonable y serena que esos políticos de la derecha que han abarrotado la campaña de mentiras, insultos y crispación.
En efecto, esas derechas en conjunto se han llevado un batacazo morrocotudo, especialmente el PP que se lleva los lodos del barrizal repulsivo que creó en los últimos meses. Han pagado su identificación total con los mensajes de VOX y las barbaridades que han ido diciendo durante toda la campaña. Dependiendo de lo que pase el 26M puede entrar en una crisis en barrena.
Es verdad que ese batacazo no es suficientemente profundo, sobre todo porque Ciudadanos, con su discurso de palo y tente tieso en Catalunya ha salvado los muebles más que bien. Y entra VOX en el Parlamento. Cierto que no con tanta fuerza como auguraban ellos mismos y muchas encuestas, pero con más de dos y medio de votos y 24 diputados. A partir de hoy se convierte en un grave problema para la democracia, del que las izquierdas debemos tomar nota y saber con inteligencia desmontar.
Me parece particularmente destacable el resultado catastrófico de las tres derechas en Euskadi y Catalunya. En Euskadi no obtienen ni siquiera un diputado. Y en Catalunya sólo 7 diputados de 48 que se elegían. ¿Qué ofrecían estos partidos para abordar la cuestión catalana que también es la cuestión de España? Un ilegal 155 permanente y la suspensión de la autonomía: de esos polvos estos lodos. ¿Entenderán alguna vez que la cuestión territorial empezando por Catalunya sólo se puede abordar desde el diálogo y la altura de miras?
La izquierda se ha movilizado y ha ganado con holgura. Ya partir de ahora se pude formar un gobierno de izquierdas y progresistas. La tentación siempre presente en el PSOE de pactar con Ciudadanos sigue ahí. Pero esta vez esa salida tiene para el PSOE numerosos problemas; hasta sus militantes lo gritaban en Ferraz tras el triunfo: ¡con Rivera no! Y no parece además que hoy por hoy Ciudadanos esté interesado, enfrascado en convertirse en el primer partido de la derecha superando al PP.
Un gobierno del PSOE-Ciudadanos sería un desastre para las clases populares y una traición en toda regla a la voluntad manifestada por la ciudadanía.
Unidas Podemos, ha tenido un retroceso que no debemos disfrazar. Y hacer un análisis autocrítico sin echar balones fuera, se hace imprescindible. Entre otras cosas analizar cuantas luchas cainitas se pueden aguantar sin desmembrarse del todo.
Aunque ciertamente resultados les permiten influir poderosamente para que se empiecen ya, sin más dilaciones, las políticas progresistas y humanas que este país y su gente necesita. Sin más excusas de las que emplea una y otra vez el PSOE. Gestionar de forma adecuada esta posición me parece una de las cuestiones esenciales para el futuro de Unidas Podemos.
¿Y el senado? Pues nada como era previsible no voy a poder estrenar toga. Ningún problema, como no había ninguna expectativa (el sistema electoral burdamente mayoritario del senado lo impedía). Ninguna sorpresa ni decepción, porque nunca tuve ningún espejismo. Así que aquí estoy donde siempre he estado, en la pelea por los derechos humanos y la gente más excluida,con la gente estupenda a la que acompaño en esa batalla.
