Oceana aboga por un área de protección en el Golfo de Cádiz

Los estudios realizados por la organización internacional de conservación marina, Oceana, han puesto de manifiesto la riqueza biológica que se esconde en las aguas del Golfo de Cádiz.

Tras dos meses de expedición por aguas de las islas Canarias, donde la tripulación del catamarán Oceana Ranger ha podido registrar una veintena de especies nuevas para este archipiélago, el buque de investigación de la organización marina ha recalado de nuevo en Chipiona para continuar los trabajos de muestreo en el golfo de Cádiz. Las nuevas imágenes de vídeo y fotografías submarinas se suman a las que se obtuvieron el pasado mes de agosto.


PROTECCIÓN

Por medio de un robot submarino, un equipo de submarinistas, dragas de muestreo y otro material técnico, Oceana ha continuado muestreando los fondos frente a la zona de Chipiona-Rota para conocer el estado de sus comunidades de fondo e impulsar la creación de un área de conservación y apoyo a la pesca artesanal.
Los trabajos realizados demuestran, según ha dado a conocer la organización en un comunicado, la riqueza biológica de esta agua, con abundancia de materia en suspensión y la presencia de extensos bosques de corales y gorgonias en las zonas más cercanas a costa.

Precisamente, “la turbidez del agua permite que especies que suelen encontrarse en aguas más profundas, aquí se hallen entre los 10 y 20 metros de profundidad, dando lugar a un ecosistema muy rico y diverso de peces, ascidias, gorgonias, corales y muchas otras especies”, según ha señalado Ana de la Torriente, científica marina de Oceana Europa.

Los muestreos también tienen como objetivo conocer los fondos donde se ha propuesto la instalación de un parque eólico marino para conocer más datos sobre la idoneidad de la zona y el tipo de fondo que puede verse afectado. En este sentido, el director de Investigación y Proyectos de Oceana Europa, Ricardo Aguilar, ha declarado que “este tipo de fondo tiene probablemente importancia como componente de la cadena trófica de las especies de la zona, aunque la impresión inicial de Oceana es que no hay razones para pensar que los invertebrados presentes en esa área se verían afectados negativamente por la instalación de aerogeneradores”.

Las pesquerías artesanales que se desarrollan en la zona apenas han provocado daño sobre el fondo marino, pero Oceana sí teme que la piratería pesquera y la utilización de artes de pesca destructivas, como el arrastre y los rischios, puedan poner en peligro este ecosistema tan productivo y el futuro de la pesca tradicional.

Los muestreos que se están llevando a cabo, junto a los realizados meses antes y el año pasado, aportarán nueva información sobre los ecosistemas del golfo de Cádiz. Su objetivo es servir para un futuro plan de gestión ecológica del área que incluya la creación de una zona protegida marina que se extienda desde Rota hasta Mazagón, el impulso de un plan de apoyo a la pesca artesanal, la eliminación de la pesca ilegal y destructiva, y la implantación de modelos energéticos sin emisiones de CO2, incluyendo parques eólicos marinos.