La derecha, la misma que votó en contra de la constitución, lleva desde su aprobación acusando a la izquierda de querer romper a España...
La derecha, la misma que votó en contra de la constitución, lleva desde su aprobación acusando a la izquierda de querer romper a España, de querer dividirla, proclamando que ellos son los únicos valedores de la Patria, de la España única e indisoluble. ¿Les suena?
Miren, dicho muy clarito y sin ambages, la mayoría de los dirigentes del PP o provienen de la dictadura o son herederos familiares de la misma, que acatan la Constitución por ser la única forma que tiene de recuperar el poder y así volver a disfrutar del estatus que tenían mientras vivía el dictador.
Esto se pudo ver con meridiana claridad el pasado día 5, con motivo del acto de celebración del XXXI aniversario de la Constitución: Ningún representante de las comunidades autónomas gobernadas por el PP acudió al mismo.
Durante la mayoría de estos 31 años de constitución, primero AP y luego su sucesor PP, se han pasado todo el tiempo acusando a la izquierda, que ha gobernado la mayor parte de estos años, de estar propiciado la ruptura de España, al no hacer nada para evitar o eliminar a los nacionalismos Catalán y Vasco. Como ejemplo de esa rotura clamaban airados cada año el hecho de que los Presidentes de ambas comunidades no acudían a los citados actos de celebración de la Constitución, así como tampoco a la celebración de la fiesta nacional el 12 de octubre.
Pues bien, este año ha quedado bien claro de donde podría venir el peligro de una rotura, y este no es otro que de la derecha del PP, que cada vez se muestra más pura y dura. Cuando por fin, después de 31 años, un Presidente vasco acude a los actos y el catalán también, son ellos los que no asisten. Como ha declarado el lehendakari, Patxi López, es un hecho "escandaloso". ¿Se imaginan la enorme bronca que ellos hubiesen montado de ser al revés? ¿Dónde estaba la super patriota Esperanza Aguirre?
Hace no muchos años pocos teníamos la esperanza de que en esas dos comunidades autónomas hubiese gobiernos no nacionalistas en un plazo razonable, que pudieran imponer una mayor sensatez y representación en el conjunto de España. Desde luego, lo que si está muy claro es que ese cambio jamás podría venir de las manos del PP y sus huestes. Este partido tiene un enorme rechazo en ellas, por lo que la única esperanza estaba basada en que el PSOE pudiese conseguir los votos suficientes para, con los pactos necesario, poder alcanzarlo.
Primero lo consiguió en Cataluña y es aquí donde pudimos ver como el PP, con tal de evitar que el PSOE tenga poder, atacando con todo tipo de bajezas para intentar romper el pacto. Ya no les importaba que España se rompiera por haber un gobierno nacionalista en Cataluña, eso era secundario, primaba el que el PSOE no gobernara.
Claro que esto ya no debe extrañar a nadie, muestras y ejemplos de que para ellos la unidad de España es solo una cantinela para embaucar y captar votos, las hemos estado teniendo a lo largo de estos últimos seis años. Desde no importarles el querer romper el Estado de derecho, cuando, para tapar la enorme corrupción que tienen en sus filas, han acusado a Jueces, Fiscales y Policía de actuar al dictado del gobierno, hasta la famosa frase de "menudo coñazo" de Rajoy para referirse a los actos de la fiesta nacional, pasando por la penosa y bajuna actuación en el caso del Alakrana.