Por su segunda vez en su trayectoria política, el militante de Izquierda Unida (IU) Juan Bosco Navarro aspira a la Alcaldía de Arcos; un paso importante que se sustenta en el apoyo y las muestras de aliento de sus compañeros.
Algunos pensábamos que ya había recorrido un largo camino en la política, pues ya fue candidato en el 95; es decir, hace ya veinte años. Ahora, jubilado como profesor de instituto, ¿qué le supone en lo personal retornar al primer plano de la política?
—Mi etapa como concejal fue muy interesante, pero nunca me he desvinculado de la organización ni de la política, aunque haya tenido otro tipo de tarea. Regreso como candidato por el apoyo que he sentido de mis compañeros de IU y el ánimo de otras personas que me dan gran confianza.
¿Cómo ha visto la evolución, si es que se puede hablar de ello, de la política en los últimos veinte años? ¿Considera que ha sido un instrumento eficaz para transformar la ciudad?
—La política siempre es un instrumento de desarrollo. Hay quienes piensan que la implicación política es de un grupo reducido, pero no, es la implicación de mucha gente. Al menos así ocurre en IU, y ese trabajo y esa política de cercanía son los que queremos llevar al Ayuntamiento. Pienso que los últimos gobiernos no han estado cerca del ciudadano.
Sin embargo, IU tuvo responsabilidades de gobierno en 2003...
—Sí, fue un tiempo corto donde no pudimos desarrollar el programa. En ese año largo sí se trabajó precisamente para estar cercano al ciudadano. Creo que en cualquier pacto de gobierno debe haber una enorme lealtad, y desgraciadamente esa lealtad no existió.
Vivimos una de las crisis económicas más feroces de la historia, en un momento donde el mundo comienza a cuestionarse la fórmula capitalista, la devaluación de las ideologías… ¿Qué puede aportar IU en este ambiente ‘loco’, de apatía generalizada, de desconfianza en la clase política?
—Esa falta de credibilidad de los políticos, aunque no todos seamos iguales, se debe transformar en un grado de confianza y en una capacidad de gestión para resolver los problemas ciudadanos más inmediatos. Hay elementos negativos que no paran de saltar como la corrupción, implantada sobre todo en los dos grandes partidos que se han desvinculado de la cercanía al ciudadano. IU lo tiene muy claro y jamás va a caer en una situación de este tipo. Cuando lo tienes claro es imposible que caigas en situaciones de corrupción.
Usted, que disfruta mucho saliendo a la calle simplemente a pasear, y a pasear a su mascota, ¿qué capta de la calle, de la gente, del ambiente urbano…? ¿Es Arcos una ciudad para disfrutarla?
—Llegué a Arcos en 1985 como profesor del IES Alminares. He visto evolucionar Arcos, una ciudad para, efectivamente, pasear, en la que encuentras la amabilidad de las personas...; ha habido una transformación positiva en cuanto a la ordenación de vehículos y movilidad. También es una ciudad más limpia, pero adolece de cosas como, y así lo reflejaremos en el programa electoral, aumentar la valoración sobre el comercio local e incidir en las capacidades de Arcos como ciudad turística. Sin embargo, hay que lograr que el turista se quede más tiempo, y eso debe ser empeño del próximo gobierno municipal.
Sí, pero la competencia comercial de Jerez y sus grandes áreas es atroz...
—Sí, pero Arcos está muy bien situado en la confluencia de los pueblos blancos. Arcos tiene unos alrededores con unas poblaciones espléndidas, y en este sentido la ciudad debe ser un motor económico.
IU, no es un secreto a estas alturas, ha vivido una crisis interna, con un trasvase importante de la militancia hacia otros proyectos políticos… No se entiende que IU no llegue a acuerdos con otros partidos que presuntamente comulgan con los mismos planteamientos políticos. ¿Cree que ahí está la clave de lo que ha ocurrido en el seno de la organización?
—Tendríamos que regresar a la candidatura de las últimas elecciones europeas, donde IU hizo una candidatura amplia con personas de distintas ideologías aunque cercanas en los objetivos. Sin olvidar eso, hay que respetar las posiciones que tengan otros compañeros que han considerado estar más cómodos en otras formaciones, pero en IU tenemos claro respecto a las municipales que no podíamos perder nuestra identidad. IU nació en 1986 y soy militante desde 1987. Sé valorar la siglas y la lealtad es fundamental.
La defensa de lo público desde una gestión pública ha sido una máxima de su partido y que usted ha defendido recientemente en casos como la privatización de los servicios del agua o la basura. ¿Considera que se está abandonando el espíritu de servicio que todo ayuntamiento debe prestar a su comunidad?
—De hecho, desgraciadamente, se ha abandonado ese espíritu de servicio que, en el caso de IU, es más importante si cabe. El ayuntamiento es el más cercano y el que mejor conoce las necesidades de sus ciudadanos, y no podemos permitir que una institución que se nutre de los impuestos abandone ese compromiso con la gestión pública. Privatizar esos servicios es un error y tenemos ejemplos en otras ciudades. IU no permitirá jamás que eso ocurra.
La economía es el motor de toda administración que gestione fondos públicos. ¿Cómo cree que se vienen gestionando los recursos de que dispone el Ayuntamiento para prestar servicio público?
—Hay que diferenciar la gestión de los recursos propios en cuanto a los ingresos y facilitar el empleo desde el ayuntamiento, donde no se ha puesto en marcha una bolsa social para un reparto justo del trabajo. Por otra parte, está el desarrollo y el fomento del empleo más allá del Ayuntamiento, y eso sólo se puede hacer con las empresas y fomentando el cooperativismo. Hay algún precedente pero de forma desestructurada. Hay casos como Olvera donde ese modelo ha tenido un desarrollo eficaz. En todas esas políticas no podemos olvidar la transparencia y la participación ciudadana, para que la gente sepa cómo se gestiona su dinero.
¿Está pensando en la agricultura cuando habla de cooperativismo?
—Hay más; junto a la agricultura podríamos hablar de una industria conservera, de exportación... De hecho, tenemos actividades que se desarrollan en torno a la agricultura y que tienen un amplio mercado en Alemania u Holanda. Todo eso genera una gran capacidad de empleo y por tanto se trataría desde el Ayuntamiento fomentar esas actividades y ese modelo económico.
Por su profesión, siempre ha mostrado una especial sensibilidad con los temas educativos. ¿Cree que las administraciones están contribuyendo a una generación más preparada para afrontar los retos del futuro?
—Se insiste mucho en que las generaciones de jóvenes están entre las más preparadas. Es triste que después del esfuerzo de las familias ese trabajo se quede en casa porque no es encuentra un empleo. Hay recortes en fondos en investigación y desarrollo, que es la crítica continua de las universidades, y muchos jóvenes sólo encuentran trabajo fuera de España. Han sido formados aquí y se tiene que marcha fuera. Es fundamental que eso no siga ocurriendo y que la educación no sólo sea un motor de formación, sino que vaya unida a una actividad laboral.
Usted es un hombre de cultura: escritor, poeta y gran oyente de música… ¿Qué ha aprendido de estas disciplinas que extrapolar de algún modo a la política? ¿Ayudan estas aficiones a ser, si cabe, más sensible a los problemas de la sociedad?
—Eso está claro. Por mi edad, podrían pensar que sólo me gusta la música clásica, pero no, me gusta la música joven y los nuevos grupos y músicos. La poesía siempre es un elemento de reflexión y acercamiento al ser humano, y en ese sentido, la poesía no te aisla de la realidad, sino que te aporta otra mirada hacia las necesidades y deseos de cada uno de nosotros. Toda actividad cultural debe estar relacionada con favorecer la integración en la sociedad.
Con el panorama actual que tenemos en Arcos, ¿cómo vislumbra la campaña electoral? Usted ya parte con la ventaja de su experiencia?
—Una campaña es un esfuerzo personal, pero también de todo un equipo de compañeros, de los que estoy seguro realizarán un gran trabajo. Una campaña no debe desarrollarse necesariamente en un mes. IU trabaja junto a los ciudadanos desde siempre. Conocemos sus problemas y sus ilusiones, y vemos cómo tienen ganas de cambio. Las personas deben tener la seguridad de que IU estará representada en el próximo Ayuntamiento y todo ese trabajo acumulado tendrá su reflejo en el Pleno.