El centro ha tenido la gentileza de prestarnos un aula para, tranquilamente, entrevistar al alumno Agustín Heredia. Este joven del IES Guadalpeña no es un alumno cualquiera, pues acaba de lograr el segundo premio del concurso de música organizado por la Junta de Andalucía y la Sociedad General del Autores. El martes, sin ir más lejos, marchó a Sevilla para retirar el premio -1.00o euros en material audivisual- con todos los honores, para lo cual estuvo acompañado una vez más de sus profesores, entre ellos David Díaz y Juan López como los docentes que imparten música en el instituto y a los que hay que agradecer públicamente de nuevo que estén despertando entre el alumnado del centro tanto interés y sensibilidad por la música.
Agustín se sienta delante del piano, y se nos antoja un Elton John del siglo XXI, pero con toda una vida por delante. Nos cuenta que no sólo toca el piano y la flauta, porque su verdadera vocación es el oboe, un instrumento ligado a la música clásica y que pocos jóvenes, salvo aquellos que estudien música, conocen. El alumno de segundo de Bachillerato, que por cierto ha concluido con éxito el curso, nos cuenta que fueron precisamente sus profesores de música los que lo alentaron para presentarse al concurso, lo cual ha hecho con la canción que titula ‘Imaginé’, para la que ha compuesto la música y la letra. El tema trata del amor, o mejor del desamor, pero sobre todo refleja el alma profunda de un ser reflexivo y sensible. Como todo joven, gusta de la música moderna, concretamente del sonido electrónico, sin por ello hacer ascos a los clásicos del pop y del rock y a la música clásica. Efectivamente, quiere orientar su futuro profesional por los derroteros de la música, para lo cual debe aún concluir sus paralelos estudios en el Conservatorio de Jerez, tras haber pasado por el de Arcos, del que guarda un excelente y cariño recuerdo hacia sus profesores y compañeros.
Nos hace un comentario muy inteligente: “La música me ha servido para esforzarme a estudiar en otros campos, ha sido una motivación. Es fundamental en mi vida. Este año termino Bachillerato, pero si no hubiera sido por la música no habría llegado adonde he llegado”.
Con este panorama, Agustín Heredia quiere convertirse en un auténtico virtuoso del barroco oboe, que no le será fácil, para dejar, tal vez, la composición de letras en un segundo plano, pues por ahora no se plantea vivir de sus composiciones, que sería más difícil aún. Sin embargo, no le falta talento e ilusión, que son dos ingredientes esenciales para triunfar en la vida. Curiosamente, no tiene referencias claras en el mundo de la música, aunque admite tener cierta influencia del exitoso Pablo Alborán “porque me encanta, pues la mayoría de la canciones que canto son de él”.
Entre risas, nos cuenta que no todos los días siente la misma inspiración. Se muestra sumamente agradecido a sus profesores por haberle inculcado su amor por la música.