No es que las precipitaciones sean comunes en esta época del año, pero las escasas lluvias de la recién clausurada primavera han pasado factura a la situación de los embalses, que en la generalidad de la cuenca Guadalete-Barbate están al 59,24 por ciento, con 978 hectómetros cúbicos de agua almacenada.
La cuenca a la que pertenecen los embalses del término municipal de Arcos pierde reservas y la situación se agravará durante el verano con el aumento del consumo y la más que previsible falta de precipitaciones que puedan aliviar el panorama.
Con fecha de 17 de junio pasado, el embalse de Arcos gozaba, no obstante, de un cien por cien de sus reservas, que son de 14 hectómetros cúbicos, es decir, está al cien por cien de su capacidad. Esta situación se produce, cabe recordar, por el carácter de servidumbre con el pantano de su vecino Bornos. Este se encuentra en el polo opuesto, ya que se encuentra por debajo de la mitad de sus reservas con un 47,50 por ciento, lo que equivale a 95 hectómetros cúbicos.
La situación no parece tan desfavorable en el mayor de los embalses del término, el de Guadalcacín, que registra actualmente 452 hectómetros cúbicos, encontrándose al 56,40 por ciento. En este pantano, su media de los últimos diez años por esta misma época es del 71,54 por ciento.
En el caso del embalse de Los Hurones, con una parte dentro del término de Arcos, está al 63,70 por ciento, con 86 hectómetros cúbicos. Su media de diez años se sitúa casi en el 79,85 por ciento. Aunque se gaste más de lo que entra, de momento no habrá restricciones para el riego y consumo humano en la llamada Zona Gaditana, aunque se espera un periodo de sequía.