Lo del domingo de Carnaval fue otro cantar, porque ‘La Chicharroná’, más que espectáculo sobre el escenario, ofreció como primer reclamo el emotivo homenaje de la Delegación de Fiestas a las legendarias murgas de Las Viñas, esas míticas agrupaciones que, sin orden ni concierto, recorrían campos y cortijadas llevando sus picarescas letras a los vecinos; en rara ocasión en el pueblo, pero con un desparpajo ancestral que viene a recordar que el carnaval no es un ni mucho menos una fiesta nueva. Los ya octogenarios miembros de estas murgas resucitaron ante el numeroso público reunido en la plaza de Las Aguas, no sin lógicos lapsus, las letras con las que se hicieron populares en décadas pasadas, donde ya la crítica y el humor brillaban por sí mismos. Fueron, efectivamente, tiempos más difíciles en los que hablar y cantar sin pelos en la lengua era jugársela frente al poder establecido. Por ello, su presencia en las fiestas del Carnaval tuvo, si cabe, más mérito aún. Intervinieron ante el público Manuel Ramos Hernández, José Rubio Ramos, Antonio Huertas Cáceres, José Rodríguez López y Juan Mancera Iglesias, quienes fueron testigos de excepción y receptores del primer ‘Chicharrón de bronce’, el galardón que ha creado este año la Delegación de Fiestas para reconocer el buen hacer de quienes hacen carnaval.
El alcalde de la ciudad, Isidoro Gambín, y el delegado de Fiestas, Juan Ramón Barroso (vestido con el tipo de la agrupación local en la que este año también participa), no pudieron más que elogiar la historia que se esconde detrás de estas murgas de Las Viñas y enaltecer su papel en el contexto cultural de Arcos.
Como segundo reclamo sobre el escenario, la divertida e ingeniosa actuación de la chiriparsa del CEIP Riofrío Los cuentistas. Se trata de una combinación de chirigota y comparsa que ya tiene su experiencia en estas lindes.
A todo ello, el público pudo disfrutar en la parte gastronómica de hasta cien kilos de ricos chicharrones que fueron distribuidos por personal municipal desde una de las carpas instaladas por el Ayuntamiento en la plaza de Las Aguas. Ciertamente, hubo que hacer cola para alcanzar un cartucho del exquisito manjar cárnico, al igual que fue preciso recurrir a la paciencia para alcanzar la barra y pedir una bebida ante el numeroso público. Además, la jornada se tornó casi en primaveral, con temperaturas más altas de lo normal en esta época del año, lo cual incitó de algún modo a pedir un refrigerio para combatir el calor.
Primeras impresiones
El delegado de Fiestas ha mostrado su satisfacción por el desarrollo de los actos del fin de semana, para agradecer que el público aguantara, bien entrada la noche del sábado, hasta la actuación de la última de las agrupaciones sobre el escenario. Juan Ramón Barroso ha puesto el acento en el acierto que ha supuesto trasladar ‘La Chicharroná’ a la plaza de Las Aguas, un espacio que considera más recogido para la fiesta gastronómica en el que el público pudo disfrutar de las agrupaciones sin necesidad de desplazarse, pues las agrupaciones fueron improvisando en diversos lugares de la plaza para cantar sus letrillas. Barroso señala como ejemplo de la buena acogida de esta fiesta que se agotó todo lo habido y por haber en la barra y, sobre todo, el magnífico “ambiente callejero”.