Los arcenses pagan prácticamente la misma cantidad que hace veinticinco años por el servicio de recogida de basuras: 19,50 euros que, comparado con otras ciudades de las mismas características de Arcos, es una cantidad relativamente baja por un servicio que lógicamente se ha encarecido muchísimo durante esos veinticinco años.
El Ayuntamiento admite abiertamente que el servicio prestado por la empresa pública Ecorreciclajes es claramente deficitario. Su mantenimiento, hasta ahora, se hace levantando reparos de Intervención de Fondos que permitan utilizar las partidas de Personal agotadas en el presupuesto prorrogado.
El propio alcalde la ciudad, Isidoro Gambín, sabe que es así, pero su obcecación es no subir los impuestos, ni éste ni otros, por la situación socioeconómica de sus vecinos, amén de que esa situación se haya agravado con la crisis del coronavirus. Sin embargo, Gambín considera que se podría subir la tasa ligeramente si accede a las presiones de una oposición a la que tilda de “destructiva”, pero al tiempo señala que crear un equilibrio entre el gasto y los ingresos supondría aumentar el recibo prácticamente por tres; en otros términos, que el recibo costaría alrededor de 60 euros.
A todo ello, la empresa a la que se adjudicó el servicio en el último mes del periodo de Gobierno 2011-2015, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), estaría ya demandando hacer valer el contrato, lo cual costaría al municipio alrededor de 200.000 euros mensuales; es decir, una cantidad por encima al coste actual, teniendo en cuenta que por medio hay un beneficio industrial, un pago de IVA y otros gastos lógicos para cualquier empresa. Sin embargo, y aunque no se ha confirmado oficialmente, esta empresa de ámbito nacional intentaría eliminar de su contrato su servicio de mantenimiento de parques y jardines, con lo cual su beneficio en este sentido sería mayor porque tampoco bajaría su coste.
Frente a esta situación, explica Gambín, se encuentra una oposición que intenta a toda costa impedir la prestación del servicio por parte de Ecorreciclajes, “con el único objetivo de desgastar al equipo de Gobierno”. Para ello cita la cantidad de veces que PP y Ai-Pro han votado en contra en los consejos de administración a la hora de realizar alguna inversión, como por ejemplo para la compra de nuevos vehículos y contenedores, o recientemente para que el Ayuntamiento costeara una prueba de coronavirus a los trabajadores. Precisamente Ai-Pro advierte de un nuevo levantamiento de reparo de Intervención para pagar alrededor de 140.000 euros a Ecorreciclajes, más otras cantidades pendientes, y vuelve a pedir por enésima la disolución de la empresa como también aconseja el Plan de Ajuste. Además, su secretario General y portavoz en el Pleno, Manuel Erdozain, argumenta que el servicio de Ecorreciclajes deja mucho que desear y que sirve como escenario de “enchufismo” de trabajadores supuestamente cercanos al equipo de Gobierno. Además, este grupo político que teme que las operaciones económicas para pagar los gastos de la empresa sean una constante los próximos meses, para concluir que la gestión del área de Personal es “un desastre”.
Desde el PP se opina lo mismo, que Ecorreciclajes debe desaparecer y que sea FCC la que coja las riendas de la recogida de basuras, como señalaba esta semana su portavoz y presidente local, Domingo González, que añade que una empresa como Ecorreciclajes que genera pérdidas tendría que extinguirse ya, como también critica las formas en la contratación de la empresa.
El servicio se encarece
Desde el Ayuntamiento, el alcalde justifica el aumento del coste de Ecorreciclajes con la adquisición de nuevos vehículos, la renovación de contenedores y la contratación extraordinaria del fin de semana, ya que una sentencia en firme obliga a que la plantilla regular preste servicio de lunes a viernes, pero es preciso recoger la basura los sábados y domingos también.