El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, ha indicado que los técnicos de la Demarcación de Costas Andalucía Atlántico concluyen, tras los análisis realizados en la zona final de la desembocadura del río Cachón, en Zahara de los Atunes, que el cauce del tramo de río adyacente al casco urbano se encuentra totalmente seco, con restos de algas secas en su lecho, de manera que no producen olores ni molestias.
En una nota, De Torre ha explicado que "la apertura de manera artificial del río y la alteración de los procesos naturales de estiaje sólo provocarían una grave afección a los residentes de Zahara, por producción de olores desagradables por putrefacción de la materia orgánica existente en el lecho que, a día de hoy, por estar seca, es prácticamente inocua".
Asimismo, ha indicado que Costas ha contactado con la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, competente en la materia, que se está encargando de retirar el "escaso número de peces que quedaron atrapados de manera natural en el estuario".
De Torre ha señalado que producir una inundación natural del lecho mediante apertura de una corta al mar provocará la introducción de más peces en el estuario, con el riesgo de que mueran por falta de oxígeno.
Asimismo, ha añadido que la rehidratación de los restos de algas secas existentes en el lecho provocará de inmediato un proceso de putrefacción, que generará con seguridad fuertes y desgradables olores que afectarán al casco urbano de Zahara. Además, dicho proceso acelerará el proceso de pérdida de oxígeno en el agua, potenciando la anoxia que afectaría a la fauna que pudiera reintroducirse en el estuario.
Costas ha recordado que el cierre de las desembocaduras de los ríos medianos y pequeños del arco sudatlántico y mediterráneo español es un fenómeno "absolutamnente natural, esperado y recurrente", al desaparecer en su totalidad el flujo de agua al mar. Ello provoca el cierre natutal de la bocana y el estancamiento y evaporación del agua atrapada.
Así, ha indicado que en el caso del río Cachón este fenómeno se produjo a comienzo de verano, encontrándose actualmente completamente seco, salvo alguna charca en la zona de la playa, por lo que ni las mareas de alto coeficiente han sido capaces de introducir agua en el lecho del estuario.
"No es un criterio ambiental adecuado considerar que es preciso mantener agua en nuestros ríos, de manera artificial, durante el estiaje natural", según ha señalado Costas, que ha añadido que es "imposible" garantizar una lámina de agua permanente en cauce por ser nulo el flujo de agua en el río, aún cuando se permitiera que las mareas alcanzasen el lecho que, además, se encuentra a una cota similar o superior a la de las grandes pleamares.