El secretario general de UGT FICA Cádiz, Antonio Montoro, informó a primera hora de la mañana de la muerte de “un compañero en el tajo” en el astillero de Navantia en Puerto Real durante la madrugada. Poco después, la compañía confirmó la muerte en accidente laboral de un hombre de 62 años perteneciente a Siasa, empresa auxiliar del sector naval, mientras trabajaba en la canastilla de una grúa móvil desde donde realizaba tareas de pulimentado de un buque que está siendo sometido a trabajos de reparación en el dique de las instalaciones.
Consternado, Montoro, quien compartió carrera laboral con el fallecido en Delphi, lamentó que “vivimos un día negro en nuestra Bahía” y apuntó que “no es casualidad”, reclamando una investigación sobre lo sucedido.
En este sentido, Navantia mostró “su máxima colaboración” y la Federación de Empresas del Metal de Cádiz (Femca) pidió “no lanzar conclusiones falsas que no aporten al esclarecimiento de lo acontecido”, ante algunas informaciones que apuntaban a las inclemencias meteorológicas como posibles causas.
“Había alerta naranja”, apuntó, al respecto, Manuel Balber, portavoz de la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM), y señaló que “no pasan más cosas porque Dios no quiere”. “Esto lo trae la precariedad y las bullas, el correr siempre”, agregó, y aseguró que ha habido episodios que no han trascendido fuera de los astilleros pero evidencian la peligrosidad de su trabajo. “El día siguiente de la muerte de un obrero en 2018, también en Puerto Real, cayó una grúa sobre el taller”, relató. La organización se concentró en la puerta de las instalaciones para protestar contra “el asesinato laboral”.
Por su parte, Enrique Estévez, presidente de CSIF, recordó que “la prevención de riesgos sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra cultura laboral” y reclamó a las empresas incrementar sus controles.
Los empleados de los tres centros de Navantia en la Bahía de Cádiz guardaron cinco minutos de silencio y los comités de empresa acordaron suspender la actividad hasta mañana.