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Cádiz

Llueve... ni más o menos

Las peores previsiones meteorológicas se cumplieron, desatando el caos y abriendo el debate sobre los riesgos que hay que asumir

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Los paraguas ganaron en número a los capirotes.

Un joven llora desconsoladamente.

Cuando el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, empuñó el martillo en la Iglesia del Carmen en torno a las cinco de la tarde para dar la primera levantá del Prendimiento, los paraguas ganaban en número a los capirotes en La Viña mientras el Cristo de la Misericordia caminaba hacia Carrera Oficial. Cuando Juanma Moreno abandonó el templo, tras desear una “magnífica estación de penitencia”, unos treinta minutos después, se viralizó la imagen del Nazareno del Amor cubierto con un capote para resguarda la imagen de la lluvia que, si bien aparecía a ratos y con irregular frecuencia, fue suficiente para que hiciera cundir el caos.

A partir de ahí la información fue confusa. Finalmente, las tres primeras cofradías que se plantaron en la calle, decidieron poner rumbo a la Catedral, donde hubo momentos de indecisión y tensión porque el Cabildo se negaba a albergar seis pasos en su interior hasta el Sábado Santo.

Ayer corrieron ríos de agua en algún momento. Hoy correrán ríos de tinta por el tira y afloja que se vivió ante la propuesta de que una de las tres cofradías volviera a su iglesia. Finalmente, los hermanos mayores acordaron abandonar conjuntamente la Catedral mañana por la mañana, sin música, en una jornada inédita.

Todo sea eso, se decía a primera hora de este Lunes Santo raro. Lo dijo Lola Cazalilla, en La Palma, comparando la preocupación por las inclemencias meteorológicas con la crisis sanitaria que impidió las procesiones en 2020 y 2021. Lo dijo un señor al micrófono de Canal Sur a media tarde, antes de que se desatara el caos, de manera muy gráfica: “Aquí cae agua, peor es en Ucrania, que están cayendo bombas”. Vera-Cruz, en cualquier caso, decidió evitar el riesgo cuando no cabía lugar a la esperanza.

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