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Cádiz

“Cádiz no tiene un problema extraordinario con el arbolado”

Este año en la ciudad han caído ocho; en Valencia, por ejemplo, 806. El Ayuntamiento refuerza inspección y prevención y erradica las podas drásticas

  • Imagen de archivo de una reunión con el personal de Parques y Jardines del Ayuntamiento. -
  • La edil de Medio Ambiente pide huir del alarmismo atendiendo a datos y el riesgo mínimo para las personas
  • El equipo de Gobierno ultima el Plan Director de Arbolado y el Plan Gestor del Arbolado Viario

| Pese al alarmismo creado, “en Cádiz no está habiendo ningún problema extraordinario con el arbolado”. La delegada de Medio Ambiente, Rocío Sáez, que lamenta “la actitud del PP de generar preocupación al respecto de forma temeraria y cínica”, admite que hace falta “una labor de divulgación y rigurosa”.

Por ello, Sáez remarca que “las caídas de ramas y árboles son una constante en cualquier entorno urbano y normalmente no es noticia” porque “el riesgo que genera es absolutamente mínimo”: la posibilidad de morir por el impacto de un árbol o rama es de una entre diez millones, mientras las de hacerlo por golpes de calor, cáncer de piel o afecciones respiratorias se multiplica cada año sin parar.

Y aporta números. En 2022, “se han caído ocho árboles y cinco palmeras”; en 2021, fueron diez y cuatro, respectivamente. En ambos casos, las incidencias por rotura de ramas alcanzó el medio centenar.

“Hay pocos datos registrados en España” para comparar. Pero apunta algunos ejemplos: en Valencia, se han caído 806 ejemplares entre enero y septiembre, una media de tres al día; y durante el primer fin de semana de octubre, con fuerte temporal de levante, con rachas de hasta 90 km/h y más de doce horas seguidas con 60 km/h, capaces de arrancar un árbol al margen de su estado de conservación, Chiclana registró doce caídas y 50 incidencias por ramas, mientras que en Cádiz solo cayó uno y hubo seis incidencias.

Precisamente la meteorología adversa es causa de roturas en el 90% de los casos, así como las podas no adecuadas o excesivas, en el caso de roturas. Los vuelcos se deben igualmente a temporales, y también a golpes de tráfico o exceso de agua o baldeo.

El equipo de Gobierno está trabajando para prevenir este tipo de sucesos de manera continua, sostiene Sáez, actuando en la formación de la plantilla municipal para erradicar las reducciones de copa sin argumentos técnicos y planificando las podas durante el mes de septiembre, para llevarlas a cabo desde octubre a primavera. Asimismo, ha reforzado la labor de inspección: se ha pasado de dos a cuatro equipos y, entre 2021 y 2022, se han revisado y actuado según el caso en 1.859 árboles, y otros 2.200 en la anterior campaña; con el PP en el Gobierno local, en 2014-2015, no se llegó a los mil, según los datos facilitados. “Como resultado de las revisiones periódicas, ante un ejemplar que presentase un nivel de riesgo inaceptable, se toman medidas para disminuirlo, incluyendo lla posibilidad de apelo o limitación del acceso público en su zona de influencia”, explica.

“Y elaboramos el Plan Director de Arbolado y el Plan Gestor del Arbolado Viario”, concluye, que contemplan un inventario, planificación en la implantación y la aplicación de un software para identificar anomalías y registrar incidencias y actuaciones.

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