El Teatro Cine Velasco acogerá el concierto de presentación de Anclé Mi Alma, de José de los Camarones, en el marco de la Séptima Semana Flamenca de Alhama de Murcia.
La entrada, gratuita, deberá ser retirada previamente en el Museo Los Baños. Horarios (De Martes a Sábado, de 10h a 13:30h y Jueves de 17h a 20h). Tlf. 968630776.
El elenco es el siguiente:
Cante: José de los Camarones.
Guitarra eléctrica: Jorge Gómez.
Percusión: Rafael G. Fontana “Teto”.
Teclados: Josema García Pelayo.
José de los Camarones, nombre artístico de José Galán, nació en la Plazuela, en el barrio de San Miguel, uno de los más flamencos de Jerez, en la primavera de 1955. De pequeño ya acompañaba a su padre en las tareas de marisqueo por el río Guadalete o por las ciudades de Puerto Real, El Puerto, San Fernando, donde se inicia en el cante con el Pregón de marisquero y aprende un oficio, el de mariscador, que no abandonará nunca, pues lo continúa ejerciendo. Podemos decir que, mientras despertaba a la vida, también afloraba en él el amor por lo flamenco, la pasión por lo jondo.
En su larga trayectoria artística ha demostrado ser un profundo conocedor de todos los palos del flamenco, incluso introduce en su repertorio unos cantes, como bamberas, tarantos o tarantas, que pocos cantaores entonan actualmente. Es autor de casi todas las letras de su cante, letras llenas de filosofía de la vida y amor por los desheredados. Entre sus cantes podemos destacar tonás, granaínas, malagueñas, tientos, tangos, zambras, fandangos de Lucena, que remata por verdiales, y, sobre todo, las potentes soleás y sus estremecedoras seguiriyas. Quien no ha escuchado a José de los Camarones no sabe lo que es la pasión por el flamenco, la entrega total en el cante, la jondura de un gesto.
José de los Camarones ha compartido escenario con artistas de la talla de Chocolate, Curro de Utrera, el Lebrijano o Curro Malena. Y ha obtenido innumerables reconocimientos como el Melón de Oro de Lo Ferro, Murcia; Premio de Cante de Minas en Barcelona, La Llagosta; segundo Premio nacional de Mirabrás de Sanlúcar, segundo Premio nacional de Córdoba, Premio nacional El Candil de Manlleu y un largo etcétera, que le permiten figurar en la galería de los grandes maestros del cante flamenco.
La mejor condición de José de los Camarones es ser una gran persona. Practica una filosofía de vida que lo impulsa a embarcarse en proyectos educativos para llevar el flamenco a los niños, a participar en cualquier propuesta sin interesarse por su propio beneficio, a ser amigo de sus amigos. Como ejemplo, hace años puso en marcha un programa, junto con el Centro del Profesorado de Jerez, que llevó el flamenco por los diferentes centros educativos de la ciudad; resultó una gran experiencia.
José de los Camarones, que nunca ha sido valorado en su gran arte, encarna como nadie el arquetipo eterno de alma atormentada y brillo de genialidad en la mirada, prototipo de una raza de gentes que mastican el arte con verdadera hambre, cuyo legado artístico se plasma en el lienzo de su propio ser y en los tablaos de su esencia. El que sigue es un trabajo sobre el hombre más que sobre el cantaor, un viaje imposible a la geografía ignota de un alma sincera, sin miedo a los espejos, pero con algún fantasma residente.
En «Anclé mi alma», José de los Camarones se enfrenta a una doble búsqueda: por un lado, un viaje interior repleto de poesía amorosa y mística, alternando letras propias con poemas de Kavafis, Neruda o Chipi ‘La Canalla’. Por otro, una interesantísima travesía sonora donde los cantes son acompañados por guitarra eléctrica, trompeta, teclados o percusiones, en una producción con la firma de Josema Pelayo y los arreglos de Dani Quiñones y Jorge Gómez. «Anclé mi alma», recordemos, ha sido editado al alimón por Serie Gong Productores y Satélite K.
Polifacético donde los haya, la rutilante personalidad de José de los Camarones se expande más allá de lo estrictamente musical y ha alcanzado también el séptimo arte. Así, el afamado director Gonzalo García-Pelayo no ha dudado en enrolarlo como colaborador en cuatro de sus últimas películas: «Dejen de prohibir que no alcanzo a desobedecer todo», «Así se rodó Carne Quebrada», «Siete Jereles» y «Alma Quebrada», aclamada obra que ha contado con recientes proyecciones en espacios como el Museo Reina Sofía de Madrid y en citas como el Festival de Cine de Lisboa o la Seminci – Semana Internacional de Cine de Valladolid.
Nada, ni siquiera las alfombras rojas, parecen pues escapar de la magnética presencia de este cantaor nacido en el barrio de San Miguel, empleado desde niño como vendedor de marisco ambulante y convertido ahora en una estrella solicitada incluso, ahí es nada, por Gucci, firma para la que ha posado con su particularísima figura. Una figura cada vez más y más monumental.